Los Rabinos de la UJCL escriben sobre la parashá de la semana
Rabino Claudio Jodorkovsky
Asociación Israelita Montefiore
Bogotá, Colombia
Sin duda, una de las instituciones más hermosas de la tradición judía es el Minián. Traducida como “cuenta” o “quórum”, hace referencia al grupo de personas requeridas para poder pronunciar las oraciones más importantes de nuestra Tefilá, así como también para la lectura de la Torá. El Minián nos transmite el mensaje de que es importante reunirnos en comunidad para dirigirnos a D-s adecuadamente. Incluso para quien se encuentra alejado de la plegaria como práctica cotidiana, el Minián sigue siendo relevante al recordarle que, en los momentos significativos de la vida, tanto alegrías como tristezas, el judío siempre necesita de su comunidad.
El origen de la institución del Minián se encuentra en nuestra Parashá Shlaj Lejá. La historia es conocida: como preparativo para la conquista, Moshé envía doce hombres para explorar la tierra de Canaán. De los doce, diez regresan con un informe negativo y desalentador, que logra desanimar al pueblo para luchar y heredar la tierra. Por otra parte, únicamente dos de los exploradores, Caleb y Ieoshua, regresan con un mensaje de optimismo: si bien la misión no carece de desafíos, bien vale la pena arriesgarse y entregarse a ella. Pero a pesar de los esfuerzos de estos dos hombres, el pueblo se deja llevar por sus miedos, y la misión de heredar la tierra prometida parece fracasar. La consecuencia: D-s decide que toda esa generación debe morir en el desierto, y únicamente la siguiente tendrá una nueva oportunidad.