Los Rabinos de la UJCL escriben sobre la Parashá de la semana
Rabino Gustavo Kraselnik
Congregación Kol Shearith Israel, Panamá
La fiesta se convirtió en tragedia. En el día de la esperada inauguración del Mishkán (Tabernáculo), en el momento culmine de la celebración ritual y frente a todo el pueblo de Israel, Nadav y Abihú, los hijos mayores de Aarón, el Sumo Sacerdote, cayeron fulminados por un fuego divino.
La Torá, siempre escueta en este tipo de situaciones, enuncia brevemente lo ocurrido (Lev. 10:1-2)
Nadav y Abihú, hijos de Aarón, tomaron cada uno su incensario, pusieron fuego en ellos y echaron incienso encima; pero el fuego que presentaron delante del Señor era un fuego extraño (Esh Zará), contrariamente a lo que él les había mandado. Entonces salió de la presencia del Señor un fuego que los devoró, y ambos murieron delante del Señor.