miércoles, 11 de octubre de 2017

Artículo de Shmini Atzeret y Simjat Torá

Shemini Atzeret y Simjat Torá son la misma fiesta, al menos en su concepción original. Se ve claro en Israel donde ambas se celebran el mismo día, pero no es tan perceptible en la diáspora en donde no sólo viene una al día siguiente de la otra, sino que además se festejan de una forma totalmente diferente.

Lo primero que hay que decir es que inicialmente Simjat Torá, tal como lo refleja la liturgia, es el segundo día de la diáspora de Shemini Atzeret, el “octavo día de conclusión” (lev. 24:36) que marcaba la clausura de la festividad de Sucot.

La particularidad que tiene Sheminí Atzeret es que es una fiesta independiente, si bien está asociada a Sucot (es el “octavo” día) no hay que observar ninguna de las dos Mitzvot propias de la fiesta: estar en la Sucá y sacudir los Arvaat Haminim (las cuatro especies).


El paso del tiempo y el desarrollo de la vida judía en la diáspora, donde los aspectos agrícolas eran de menor relevancia (las Mitzvot relacionadas con la tierra se aplicaban solo en la tierra de Israel) llevó a que Shemini Atzret y en especial su segundo día careciera de identidad.

Posiblemente por esa razón, en el siglo X los judíos de Babilonia decidieron “inventar” la fiesta de Simjat Torá (Alegría de la Torá) asociada a la finalización del ciclo anual de la lectura de la Torá, que incluía el bailar con los rollos de la Torá.

La “nueva” costumbre se expandió rápidamente por el mundo judío y en los siglos siguientes se añadieron nuevas prácticas que luego fueron aceptadas por todas las comunidades, entre ellas la idea de repetir varias veces la lectura hasta que todos los presentes tuvieran una Aliá, la lectura de la primera parte de Bereshit (Génesis) después de leer el final de la Torá, llamar a todos los menores a una Aliá colectiva, sacar los rollos de la Torá también durante el rezo de Arvit.

Otra bella tradición que se incorporó y fue rápidamente adoptada es la de dar honores especiales a las personas llamadas a leer el final de la Torá (Jatán Torá – novio de la Torá) y el principio (Jatán Bereshit – Novio de Bereshit)

De esta forma, esta celebración que comenzó siendo el segundo día de Sheminí Atzeret, se convirtió en una de las fiestas favoritas del calendario. Niños y adultos disfrutan en Simjat Torá bailando con los rollos de la Torá en una expresión física y emocional del profundo arraigo que la Torá tiene en nuestras vidas.

La lectura del pasaje final de la Torá seguido del comienzo fórmula de manera concreta nuestra convicción de que el estudio de la Torá es un ejercicio continuo del individuo y de la comunidad que involucra nuestra razón y nuestros sentimientos.

En definitiva, Simjat Torá es la proclamación de la santidad de nuestro texto sagrado. En el afecto y en la alegría se afirma su vigencia y la eternidad de su mensaje. 

Como dice el libro de Proverbios (3:18) y como repetimos cada vez que depositamos el rollo de la Torá en el Aron Hakodesh (Arca Sagrada) después de su lectura ritual: “Es un árbol de vida para quienes se aferran a ella”.

Rabino Gustavo Kraselnik

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