jueves, 26 de noviembre de 2009

Parashat Vaietzé


Bereshit - Génesis Bereshit 28:10 – 32:3

Los Rabinos de la UJCL escriben sobre la parashá de la semana

Rabino Joshua Kullcok
Comunidad Hebrea de Guadalajara, México 

“Salió Iaacob de Beer Sheva y fue hacia Jarán. Se encontró con el lugar y pernoctó allí, pues el sol se había puesto; tomó de las piedras del lugar y las dispuso debajo de su cabeza y se acostó en el lugar aquel” (Génesis 28:10-11)

Parashat Vaietzé nos introduce definitivamente en la vida adulta de nuestro tercer patriarca, Iaacob. Nuestra Parashá sigue con la historia lógica que había concluido en la Parashá pasada, y nos cuenta acerca de la salida de Iaacob de su casa, y su ida hacia Jarán, hogar de su abuelo Abraham, y también de su madre, Rivká. Y lo más interesante de esta historia, es que solo a 3 versículos de haber empezado con la Parashá, el texto nos presenta el primer sueño que aparece en la Torá. Allí aparece: “Y él soñó: Y he aquí que había una escalera afirmada sobre la tierra y su cabezal llegaba hasta los cielos y he aquí que los enviados de Elohim ascendían y descendían por ella” (Génesis 28:12). Esta visión de la escalera ha sido objeto de innumerables interpretaciones, a través de generaciones de exégetas e intérpretes. Parecería que cada generación la entiende y la interpreta vista desde su propio peldaño, y parecería también, que cada generación agrega su propio peldaño, cuyo número no figura en la Torá.

jueves, 19 de noviembre de 2009

Parashat Toldot

Bereshit - Génesis 25:19-28:9
Haftará: Malaji - Malaquías 1:1-2:7

Los Rabinos de la UJCL escriben sobre la parashá de la semana

Rabino Mario Gurevich 
Sinagoga Beth Israel, Aruba


Es bien sabido que la Torá es realista, y hasta descarnada, en sus descripciones. En ningún momento intenta minimizar los errores aun de sus personajes principales, o por el contrario, mitificar a sus héroes.

Tal vez en ningún otro texto es esto más visible que en la descripción de nuestros Patriarcas, que pese a ser los modelos en los cuales debemos sustentar nuestros orígenes e identificación, son presentados en el texto como los humanos que en realidad fueron, con sus virtudes y flaquezas.

En el caso de Isaac, nuestro segundo patriarca, esto es cierto no solo en lo que de él se dice sino también en los silencios. Prácticamente, en ningún relato sobre Isaac es él el protagonista primario, sino más bien una figura “del reparto”, asociada ora a sus padres, ora a su esposa o a sus hijos.


Conferencia sobre el Holocausto

LA EMBAJADA DE FRANCIA

invita a la conferencia sobre el Holocausto que expondrá la

Sra. Marianne Granat

el Martes 24 de noviembre

en la Biblioteca Nacional ubicada en el Parque Omar 

jueves, 12 de noviembre de 2009

Parashat Jaié Sará


Bereshit - Génesis 23:1-25:18
Haftará: Melajim Alef - I Reyes 1:1-31

Los Rabinos de la UJCL escriben sobre la parashá de la semana



Rabino Gustavo Kraselnik
Congregación Kol Shearith Israel, Panamá

 

Parashat Jaiei Sará comienza con la muerte de la matriarca Sará y finaliza con el fallecimiento de Abraham. En un breve pasaje que aparece inmediatamente antes de la muerte del patriarca, la Torá (Gén. 25:1) nos relata que Abraham tomó una nueva esposa, llamada Keturá, con quien tuvo 6 hijos, que representan tribus árabes y midianitas.

A diferencia de Sará, de quien la Torá nos cuenta que era medio hermana de Abraham (Gén. 20:12), y de Agar, que era egipcia (Gén. 16:1), nada nos dice el texto sobre Keturá; y como bien sabemos, allí donde la Torá calla, los midrashim y los comentaristas son los que comienzan a brindarnos información. Claro está que esa información no es necesariamente armónica, y en este caso en particular, es hasta contradictoria.


martes, 10 de noviembre de 2009

Vayerá: haz lo que ella te diga

Rabino David Cohen-Henríquez

Esta semana pasada he pensado en las mujeres mucho mas que otros días. Y no es mi lado de hombre soltero el que ha estado pensando. Es el lado religioso. El rol religioso de las mujeres en el siglo 21.
Tuve el honor de dirigir mi primera ceremonia de bat mitzvá, la llegada a la responsabilidad individual que se celebra en el judaísmo cuando una niña cumple la edad de 12 años. A pesar de ser términos muy antiguos, la celebración de una ceremonia de este estilo es nueva, con menos de 100 años  (en una religión milenaria esto es un parpadeo en el tiempo).

La niña estudió por muchos meses y este sábado tuvo la oportunidad de dirigir los servicios y leer la Haftará (porción de algun texto profético leído ritualmente cada sábado). Fueron muchos momentos de reflexión y emoción ver cómo las mujeres han logrado entrar a la esfera religiosa después de tantos siglos de discriminación y abusos justificados falsamente por excusas biológicas y sociales.

jueves, 5 de noviembre de 2009

Parashat Vayerá

Bereshit - Génesis 18:1-22:24
Haftará: Melajim Bet - II Reyes 4:1-37


Los Rabinos de la UJCL escriben sobre la parashá de la semana

Rabina Daniela Szuster
Congregación B´nei Israel, Costa Rica


Mitzvat Ajnasat Orjim: animándonos a la hospitalidad


"Se le apareció a Abraham, Adonai, en el encinar de Mamré y él estaba sentado a la entrada de la tienda, cuando calentaba el día". (Bereshit 18:1). Cuenta el Midrash que D"s visitó a Abraham porque éste se estaba recuperando de su Brit Milá (Talmud Baba Metzia 86b). ¿Y qué hacía Abraham? Cuenta la Torá que estaba sentado a la entrada de su tienda. Los sabios comentan que era tan importante para Abraham el poder ayudar a los viajantes dándoles de comer y beber, que pasaba horas en la puerta de su tienda para poder ser hospitalario con ellos. Aún estando convaleciente.

"Alzó sus ojos y vio he aquí tres hombres de pié junto a él. Los divisó y corrió hacia ellos desde la entrada de la tienda y se prosternó a tierra. Tráigase ahora un poco de agua y lavad vuestros pies y reclinaos bajo el árbol. Y yo tomaré un trozo de pan y restauraréis vuestro corazón…". (Bereshit 18:2,4,5). Esto es lo que hizo Abraham cuando vio a estos tres hombres y es lo que hacía cada vez que divisaba alguien cerca de su hogar. No llamaba a sus siervos, sino que él mismo se ocupaba de darles de comer y de atenderlos.