Este año tuve nuevamente la oportunidad de participar en ZAMIR, el encuentro de músicos, jazanim y morim. La experiencia como siempre fue super enriquecedora.
Participé de diferentes talleres, paneles y plenarios con temas de interés para mi día a día aquí en la comunidad. Fue muy interesante escuchar y confirmar la teoría de “la música como constructora de identidad”
Conocer la realidad de los jazanim en otras comunidades alrededor del mundo, me dio la posibilidad de enseñar sobre mi trabajo aquí en Kol Shearith y a la vez aprender de otros, siempre para mejorar y enriquecer nuestra experiencia comunitaria.
Participé de un taller que realmente me encantó: “El sagrado nombre de las 42 letras” a partir de una melodía hermosa e inspiradora y sus palabras: Ana Bekoaj. Música y Cabalá se unen para inspirar corazones y elevar almas.
Les dejo una versión para que vayan escuchando y aprendiendo, por que no? Alli también tiene la traducción, para que vena que hermosa es. https://www.youtube.com/watch?v=EFIO3Zvo6EM
Este año tuvo algo especial. Me dí cuenta, o en realidad, digamos que confirmé, que la música, no solo viaja por youtube o Spotify… que aunque tengamos acceso ilimitado a todo lo que quisiéramos escuchar, no son los únicos medios. En este encuentro de músicos, tuve el honor y el placer de compartir talleres con mis maestros, así como también con mis antiguos alumnos que ahora son maestros. Entonces, así como el judaísmo, la música judía viaja de generación en generación. Pasa de unos a otros y nunca debe quedarse allí. Tiene que seguir su camino para enriquecer cada vez a más personas.
Y la música es mejor en compañía. Por eso, cada Shabat por la noche, cada viernes, compartimos una canción. La cantamos en comunidad, la cantamos juntos, porque juntos suena mejor. Anímense a cantar un poquito mas, y mas fuerte. Anímense a sugerir canciones también. Los dejo las puertas abiertas y espero que asi sea.
Pero lo mejor del encuentro, siempre son las redes sociales que formamos entre diferentes profesionales de muchos lugares diferentes para poder trabajar en colaboración, compartir experiencias y enriquecernos mutuamente.
Quiero agradecer a la comunidad por extrañarme durante los días que no estuve, haciéndome sentir importante y al Fondo Educativo de KSI por hacer posible mi participación en este proyecto.
Gracias y
A Cantar!
Te quereos
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