La semana pasada regrese de Israel, de una experiencia excepcional, que fue posible gracias al apoyo del Fondo Educativo de Kol Shearith Israel y de la sección latinoamericana del WUPJ (World Union for Progressive Judaism).
Bajo el título de "Creando conexiones significativas" y con el aval de la WUPJ, nos reunimos educadores de todo el mundo para incursionar en una educación progresista y en un judaísmo más amplio.
Entre los 11 participantes, contábamos 9 países diferentes: Panamá, Israel, República Checa, Estados Unidos, Sud África, Francia, Argentina, Australia y Brasil. Un grupo muy diverso, pero muy parecido, todos en busca de lo mismo, todos unidos por ser educadores judíos del mundo.
A partir de textos y visitas por Jerusalem y Tel Aviv, llenas de contenido, buscando nuevas formas de educación, de conexión entre nosotros y con nuestro judaísmo en todas sus dimensiones. Un acercamiento a lo cultural, espiritual, al lenguaje, la historia y la memoria. El seminario se focalizó en los tres componentes centrales de la existencia judía: El pueblo judío, la Torá y la tierra de Israel.
Estoy muy feliz de haber participado de este seminario. La calidad de las personas que llegaron, tanto participantes como staff, fue excepcional.
En Beit Hatfutzot, el Museo de la Diáspora |
Una gran experiencia compartida con colegas y dos guías que hicieron de las clases algo espectacular, y de los paseos su salón de clase, aprendiendo en cada lugar y en cada momento. Abiertos a las opiniones y aportes de todos. Cada visita fue un nuevo descubrimiento, a pesar que muchos de esos lugares ya nos eran conocidos.
Algo muy particular fue el momento de las tefilot (plegarias) de las mañanas, fueron algo diferente y enriquecedor. Cada mañana comenzamos el día con un nuevo espíritu, compartiendo melodías diferentes de todas partes del mundo, algunas conocidas y otras completamente nuevas. Un momento de reunión grupal, algo especial.
Disfruté mucho de la visita por Tel Aviv, de la mano de Guy Sharett. Excelente forma de ver la ciudad a partir de sus grafittis. El lenguaje y la cultura reunidos en las paredes de una ciudad. Es la primera vez que pongo atención a este "arte" y le encuentro un sentido. Fue más que interesante.
La visita al kibutz Ein Shemer fue muy original. Allí tienen un laboratorio al aire libre, y se ocupan particularmente de hacer investigación con las algas. Nos pusimos en el lugar de los alumnos y fuimos parte activa de una clase allí. Divertido por sobre todas las cosas.
Tuvimos la oportunidad de conversar con equipos de palestinos y judíos. Tanto en Jerusalem como en Jaffa. Fue una vivencia sorprendente escuchar que ambos estaban del mismo lado, cuando las noticias nos muestran casi siempre lo contrario. Fue enriquecedor y un poco abre-mente.
Grafitti en Tel Aviv |
La visita al kibutz Ein Shemer fue muy original. Allí tienen un laboratorio al aire libre, y se ocupan particularmente de hacer investigación con las algas. Nos pusimos en el lugar de los alumnos y fuimos parte activa de una clase allí. Divertido por sobre todas las cosas.
Tuvimos la oportunidad de conversar con equipos de palestinos y judíos. Tanto en Jerusalem como en Jaffa. Fue una vivencia sorprendente escuchar que ambos estaban del mismo lado, cuando las noticias nos muestran casi siempre lo contrario. Fue enriquecedor y un poco abre-mente.
Uno de los momentos que más disfruté fue compartir con las "Women of the Wall" la experiencia de la Tefilá. Un grupo de mujeres que cada mes se organizan para juntas rezar en Rosh Jodesh (principio de mes) en el kotel. Cada una con su talit.
A nosotros puede parecernos lo más normal del mundo, a mi particularmente, ya que yo misma uso un talit. Pero es un evento único, créanme. Pienso que es una especie de lucha por la igualdad. Algo que para nosotros en Kol Shearith es el día a día.
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