jueves, 21 de enero de 2010

Parashat Bo

Éxodo 12:29 - 13:16
Haftará: Iermiahu 46:13 - 46:38


Los Rabinos de la UJCL escriben sobre la parashá de la semana

Rabina Daniela Szuster
Congregación B'nei Israel, Costa Rica

Tefilin: el desafío de compartir un Bait (casa)

En la parashá de esta semana, entre otros temas, aparecen algunas fuentes de un símbolo religioso judío, usado durante cientos de generaciones: los Tefilin. Está escrito en la parashá de esta semana: “Y será para ti como signo sobre tu mano y como remembranza entre tus ojos, para que esté la Torá de Adonai en tu boca; pues con poder fuerte te ha hecho salir Adonai de Egipto” (Shemot 13:9), “Y será como signo sobre tu mano y como filacterias entre tus ojos ya que con la fuerza del poder nos sacó Adonai de Egipto” (Shemot 13: 16). Como todos los símbolos judíos, también los Tefilin tienen varios significados y nos brindan diferentes mensajes.
Los Tefilin están compuestos por dos cajitas de cuero, llamadas Bait (casa) a cada una, las que contienen una cinta de cuero alrededor para colocarlos en la cabeza o en el brazo. Como ocurre con la Mezuzá, también los Tefilin tienen un pergamino (klaf) en cada Bait. Si bien el pergamino de cada Bait contiene el mismo texto de la Torá, no están distribuidos de la misma manera los Tefilin de la cabeza que los del brazo. Los Tefilin de la cabeza, internamente están divididos en cuatro partes y en cada una de ellas hay otro pergamino. En cambio, el del brazo está todo el pergamino enrollado en un solo compartimiento.
Hay quienes explican que los Tefilin de la cabeza están divididos en cuatro secciones porque representan a las ideas, los pensamientos y reflexiones del ser humano. Los Tefilin del brazo son uno, queriendo enseñarnos que en primer término deberíamos darnos el tiempo de pensar profundamente sobre una cuestión determinada que nos atormenta, tomar una decisión y luego llevar a cabo la acción.
Esta explicación se encauza en el plano individual, no obstante, existe otra explicación que se desenvuelve en el plano comunitario o del pueblo en general. Es normal y necesario que como judíos tengamos diferentes ideas y filosofías, maneras distintas de ver al judaísmo. Sin embargo, en ciertos momentos, deberíamos juntarnos y estar todos del mismo lado, en el mismo Bait, en la misma casa. La realidad de muchos países es que afloran constantemente tensiones y conflictos entre comunidades judías, quienes no logran unirse bajo un mismo techo para ciertas situaciones decisivas. Es una triste realidad que se vive diariamente.

No es la primera vez en la historia que el pueblo está dividido. Por ejemplo, ciertas fuentes del Talmud sostienen que el segundo Templo fue destruido por el odio gratuito entre hermanos. La tradición intenta darnos mensajes de unión a pesar de las diferencias. Cuenta una Mishná muy interesante que a pesar que la casa de Hilel y la de Shamai discutían permanentemente sobre temas halájicos, en ningún momento dejaron la casa de Hilel de tomar esposas de las hijas de la casa de Shamai ni viceversa. A pesar de los pleitos y diferencias, ambos pudieron formar familias que vivan en una misma casa, bait. (Mishná Masejet Iebamot 1: 4).

Si bien muchas veces el pueblo estuvo dividido, sabemos que no obtuvieron buenos resultados tomando esta actitud. Los Tefilin nos enseñan que hay momentos que es importante que nos podamos unir en un mismo Bait, aún teniendo ideas muy diferentes. El sentimiento de pueblo debería ser más fuerte que las diferencias ideológicas. El desafío es estar juntos no solamente cuando todos pensamos lo mismo sino cuando pensamos de manera diferente. El gran reto debería ser entendernos, comprendernos, respetarnos y lograr convivir en armonía.

Esta no es nuestra realidad en la mayoría de las comunidades judías del mundo, pero debemos recordar constantemente que éste no es el ideal para nuestra tradición. Sin duda, es un valor supremo luchar por esta gran misión: el poder ser comprensivos entre hermanos, respetando nuestras diferencias ideológicas, preservando nuestro pasado en común y luchando por un futuro en paz, armonía y hermandad.

Shabat Shalom!

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