sábado, 15 de mayo de 2010

Shavuot

Por el Rabino Gustavo Kraselnik
Congregación Kol Shearith Israel
Panamá


El 6 de Siván, (también el 7 en la diáspora) se celebra Jag Hashavuot, literalmente La Fiesta de las Semanas, que junto a Pesaj y Sucot, constituyen las tres fiestas de peregrinación. Su nombre se relaciona con el hecho de celebrar la finalización de las siete semanas de la cuenta del Omer, (que comienza la segunda noche de Pésaj) tal como lo describe la Torá (Lev. 23:16).

Otro de los nombres con los que este día aparece en la Torá es Jag Hakatzir, la fiesta de la Siega, y también Yom Habikurim, el día de las primicias, haciendo referencia a las primicias del trigo que comienzan a aparecer en esta época del año.

La Mishná, el primer código de la literatura rabínica, denomina a este día Atzeret que quiere decir “conclusión” (de la cuenta del Omer). Con el mismo espíritu, Flavio Josefo (siglo I EC), llama a la fiesta Yom Hajamishim, el día cincuenta, en alusión a que es el día cincuenta en la cuenta del Omer.

Todas estas referencias aluden a Shavuot como una celebración meramente agrícola. Fue en el periodo post-bíblico, cuando la fiesta se convirtió en Zman Matan Toratenu, la época de la entrega de la Torá. El libro de Jubileos (Siglo II aEC) es la fuente más antigua que conocemos que afirma que el momento sublime de la Revelación ocurrió en Jag Hashavuot. De esta forma la fiesta adquirió también una dimensión espiritual y religiosa.

Sobre el hecho de que la Torá no menciona que en Shavuot fue entregada la Torá, Rabi Isaac ben Moises Arama (España siglo XV) comenta: “La conmemoración de la entrega de la Torá no puede limitarse a un momento particular, como otros asuntos relacionados con las fiestas, pero es un precepto que se aplica a todas horas y en todo momento... Todos los días se nos ha ordenado que su contenido debe seguir siendo tan fresco y tan querida para nosotros, como el día en que se dieron.”

Es interesante destacar que si bien los sabios en el Talmud (Shabat 86b y 87a) acuerdan con afirmar que la Torá fue entregada en Shavuot, no coinciden en la fecha exacta. Cuando analizan con detenimiento el texto de la Torá  que describe los preparativos para  la revelación en Sinai (Ex. Cap. 19), aparece una diferencia entre la opinión mayoritaria que sostiene que la misma ocurrió el 6 de Siván, y la opinión de Rabi Yosi para quien fue el 7. Esta discrepancia no es un detalle menor tratándose de un evento tan especial. 

Por otra parte, tenemos muy claro que la entrega de la Torá ocurrió en el desierto camino a la Tierra de Israel. Ya el midrash (Bemidvar Rabá 1:6) pregunta: “¿Por qué la Torá fue entregada en el desierto?” Y responde: “Así como el desierto está abierto a todos, también la Torá está abierta a todo aquél que desee estudiarla.”

También sabemos que la Torá fue entregada al pueblo judío en el monte Sinaí, sin embargo hasta el día de hoy no conocemos exactamente donde queda este. Diversas teorías identifican distintos montes como el Sinaí, pero parece difícil suponer que vamos a alcanzar un consenso que nos permita conocer el lugar donde nuestros antepasados escucharon la voz de Dios.

Recapitulando, nos encontramos con  una situación bastante particular. Desconocemos la fecha y la ubicación en que ocurrió la revelación divina.

Entonces podríamos preguntarnos ¿por qué la Torá nos fue entregada en un tiempo que no conocemos con exactitud y en un lugar que no sabemos con certeza? Quizás, para enseñarnos que todo tiempo, puede ser tiempo de Torá y cualquier lugar, lugar de Torá.

Por eso, asumamos el reto. Hagamos de nuestro aquí y ahora, un tiempo y un lugar de Torá.

Jag Sameaj

Gustavo


Rabino Gustavo Kraselnik
Congregación Kol Shearith Israel
Panamá

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