Por la Morá Ruthy Kraselnik
Estamos muy cerca de Pésaj. Cada año en estas fechas les repito el mismo mensaje a los niños, "Pésaj es la fiesta en donde ustedes son los más importantes". ¿Y saben por qué? Porque es la fiesta en donde tienen la posibilidad de ser los protagonistas y de preguntar. Y todos sabemos que a los niños les gusta preguntar: ¿Por qué…?
Con ese fin, los invite a que me digan cuáles eran sus preguntas sobre Pesaj y esto es lo que me dijeron en las clases:
- ¿Por qué siempre tenemos que buscar la Matza?
- ¿Por qué era el faraón tan malo?
- ¿Cómo pasaron las plagas?
- ¿Por qué Moisés no fue el faraón si él también creció en el palacio?
- ¿Qué hubiese pasado si Moisés hubiera sido el faraón?
- ¿Por qué el mar Rojo se llamaba rojo si no era rojo?
Este ejercicio de cuestionar que se resume en el Séder en la formulación del Ma Nishtaná (¿Por qué esta noche es diferente a todas las demás?) demanda respuestas de los padres. De eso se trata el Seder de Pesaj, de cumplir el mandato de la Torá (Éxodo 13:8) "Vehigadta lebinjá baiom hahu" y le dirás a tu hijo en ese día.
Y las respuestas están en la Hagadá, pero también están en cada familia y en cada historia familiar que se va transmitiendo de generación en generación, sentados alrededor de la mesa, con las melodías tradicionales que nos guían y reviviendo el mandato que dice: "En cada generación cada persona debe verse a sí misma como si hubiera salido de Egipto”.
Y en palabras de los mismos niños: "Hay que contar nuestra historia para aprender lo que pasó, ya que si no la contamos, no podríamos celebrar más Pésaj".
Y eso es lo importante de compartir la narración de la Hagadá en compañía de la familia, los amigos o en comunidad, permitir todas las lecturas y preguntas, para que cada participante pueda rescatar la historia que transmitirá el próximo año cuando sentados nuevamente en la mesa del Seder, volvamos a relatar el Éxodo de Egipto, la historia del renacer del pueblo judío de la esclavitud a la libertad, la historia que cada familia irá tejiendo y construyendo a partir de sus propias memorias. Intentemos este año guiar para que cada participante del Seder juegue un rol creativo. Imaginen, discutan, relaten, esta es nuestra oportunidad que año a año se nos presenta. Pero empecemos este año. Tenemos los próximos para ir cambiando, mejorando, adaptando.
Y nuestra tarea la expresa de manera notable el Rabino David Hartman (tomado de la Hagada Latina para la Familia):
"El judaísmo les impone una tarea vital a los padres: contarle a sus hijos la historia de su pueblo. Lo que el hijo hace con este pasado, ningún padre puede decretar. Los padres les dan el equipaje a sus hijos. Si los hijos abrirán o no las valijas y usarán su contenido está más allá del alcance de los padres...La meta de los padres debe ser infundirles memorias a sus hijos que estén presentes toda su vida; su legado es el peso de generaciones; deben crear en ellos la conciencia de que su biografía comenzó con Abraham y Sara."
Este es nuestro desafío.
Jag Sameaj!!!
Jag Sameaj!!!
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