Los Rabinos de la UJCL escriben sobre la Parashá de la semana
Rabino David Cohen-Henríquez
Congregación Kol Shearith Israel, Panamá
La Torá en su gran parte nos habla de el pacto sagrado de ser una nación dedicada la servidumbre de Dios, a la creación de la perfección constante del humano, tanto en el plano de su relación con sus vecinos, cohabitantes de su al rededor, asi como también en el plano individual, es decir,nuestra reliación con nosotros mismos.
En las narrativas del pueblo de Israel en el desierto se describe minuiciosamente la formación de un campamento sagrado, el lugar donde la manifestación física de el Dios de los israelitas era ensagrado en una morada divina, hubicada no solo en el medio del pueblo sino en el mismo centro, el corazón del campamento.
Siempre describo la colocación y aparición de esta Energía Divina en lo que era el Arca de la Alianza con el encendido de un generador de Divinidad. Un flujo de energía que nutría al pueblo de un sentido de Presencia y sacralidad. Lo curioso es que para que esta energía, este flujo, pudiese ser transmitido, se necesitaba tener canales, los tubos o cables por los cuales fluiría. Y estos tubos, estas conexiones, eran creadas en las vidas de las personas que moraban en el campamento. Desde la vida privada, en el hogar, y en la sociedad. Las intereaxiones que iban desde los agricultores, los soldados, las personas del mercados, nuestras familias y nuestros actos debían ser de una manera correcta. En el seguimiento de una disciplina de una vida buena y con un alto sentido de Justicia, se creban los nodos para que la Divinidad fluyera.
Esta fulminante y electrizante Presencia era muy delicada, muy volátil. La presencia de esta Energía, la cual es muchas veces traducida como "la Gloria" de Dios, es descrita en la Biblia con la palabra heshmal, palabra que se le dió a la Electricidad en hebreo moderno.
Esta Presencia era adorada constantemente, tarea dedicada por los sacerdotes, los levitas, con su servicio de culto, su música y hasta su protección militar, una guardia privada o guardia real.
Hoy dia vemos ad nauseum historias de vampiros, zombies u otro tipo de criaturas que vienen de ultratumba, los llamados muertos vivientes.
La historia de Pinjás, el nieto de Aaron el Sacerdote Supremo, cobra un nuevo sentido si la vemos como una historia de zombies o vampiros de su época.
En la cosmosvisión de los habitates del campamento, la acción de Zimrí ben Salu -príncipe de la tribu de Shimhon y la midianita Cozbi bat Sur era equivalente a la eliminación de algo que contaminaba el sistema de manera atroz. Lo anti-sagrado aparecería en medio de las personas como una plaga mental, consumiendo por completo no solo el flujo sino la vida misma en las personas.
Es muy probable que la actividad que realizaron estos dos era de carácter sexual-religiosa. Esto cobra nuevas dimensiones si vemos que las realizaban en el campamento, no solo en público sino que además en frente de la Tienda de Encuentro. Esto era una abominación, una afronta y traición a la relación divina. Y más aún viniendo de un líder importante como el principe de uno de las doce tribus. Era una forma directa de burlarse contra todo lo que esta comunidad creía como proyecto y alejaba a la presencia divina. Cómo un virus en el sistema, se cortaba el flujo de esta Energía.
En la historia aparece una plaga, que al ser atravesados por una lanza los transgresores en el sistema, la plaga cesó, habiendo dejado el número 24,000 muertos.
La plaga, el virus que comienza a destruir al sistema, matando a los habitantes del campamento, cesa como quien pone un tapón en un agujero, o como aquel que extirpa un cancer en un organismo.En los terminos de Como matar al vampiro original, el creador de todos los otros vampiros, que al morir de un estacazo cesa la maldición de los demás vampiros a quien mordió.
Es casi inevitable que al leer este tipo de narrativas en la Torá en nuestros tiempos se entablen conversaciones acerca del fanatismo religioso y aquellos que matan a otros en nombre de sus creencias religiosas. Creo que la conciencia humana ha evolucionado con el tiempo, de igual manera nuestra relación con lo Divino. Dentro de la narrativa, el tipo de acción que tomó Pinjás no era de fanatismo, sino de emergencia. No hay razón alguna para que las personas maten o se inmolen en nombre de su fe. Por el contrario, debemos ver que lo que tratamos de hacer es expandir el campamento, incluir a todo aquel que nos rodea, y relacionarnos con todo y todos aquellos que estan a mi al rededor con un estado de ser que permita el flujo del Ser. Es dificil decir que viene primero, el impulso o Energía que hace que las personas se congreguen y consacren o el que los humanos se relacionen de tal manera y con tanta dignidad que se sienta la presencia del Flujo Divino. Cada cara es el reflejo de Dios en la Tierra. Comportémonos de una manera digna, concientes de que cada paso que damos en cada lugar que vamos, estamos en el Campamento, parados junto al Centro, parados frente y dentro de la Divinidad.
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