miércoles, 18 de marzo de 2015

Vaikrá 5775

Los rabinos de la UJCL escriben sobre la Parashá de la semana

Rabino Daniel Kripper
Beth Israel Aruba

El tema medular de esta sección, los sacrificios en el antiguo ritual de Israel, para la mayoría de los lectores contemporáneos tal vez solo revista de un interés histórico.  La parashá describe los tipos de sacrificios tal como eran ofrendados en el Templo por los cohanim, así como los intrincados detalles acerca de su ejecución.

Cuesta, a primera vista, percibir alguna dimensión de valores religiosos o espirituales en esta guía de práctica sacerdotal referida a las ofrendas y sacrificios que tenían en el altar del templo su principal escenario.

Sin embargo, los sacrificios cumplían con un papel sumamente significativo en el culto del Templo de Jerusalén.  El acto de traer un sacrificio era un medio de sentirse partícipe en un proceso de elevación y de conexión con lo divino. Vale aquí recordar que la palabra hebrea para sacrificio es “korban”, que procede de karov, o sea cercano. El individuo que traía su ofrenda al templo podía experimentar un sentido de realización interior al cumplir detalladamente con un ritual consuetudinario y acorde con las especificaciones prescritas en los textos sagrados.

Si bien las expresiones rituales han evolucionado a través del tiempo y las generaciones, los sacrificios han perdido obviamente su vigencia, no así las necesidades fundamentales que les dieron origen, como el deseo de ascender hacia planos superiores  y alcanzar un sentido de purificación y refinamiento interior.

La tradición judía sugiere varios caminos para responder a estas necesidades profundas del ser humano:

La oración ha sido  históricamente un medio por excelencia para nutrir el alma y potenciar la espiritualidad, sea en el marco del culto comunitario, sea en la praxis devocional de personas individuales. Ambas expresiones no son excluyentes sino que se complementan y se combinan recíprocamente.

En este sentido, junto a la oración, juega un rol capital la vasta gama de rituales que propone el judaísmo como, por ejemplo, la celebración del Shabat o las festividades, o la práctica del amor al prójimo a través de la tzedaca o actos de compromiso social.

En suma, los sacrificios en sí pertenecen, creo, a tiempos pretéritos, pero la lectura y el estudio acerca de los mismos nos ayuda a tomar conciencia sobre la variedad de opciones y recursos espirituales a nuestro alcance para satisfacer las necesidades religiosas que subyacían en la ofrenda de los mismos. 

Rabino Daniel Kripper
Beth Israel Aruba

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