El pasado 7 de Enero, tuve el privilegio de haber asistido al Majón Continental Dromí en Chile como madrijá. Fueron 10 días llenos de enseñanzas y emociones que nunca olvidaré.
“Haciendo historia” se ha vuelto la frase que más hace presencia en el tzevet de madrijim de Noar Panamá. Mas allá de tener la oportunidad de ser parte del crecimiento de Noar, que tanto aporta a nuestra comunidad y al crecimiento de jóvenes judíos, tenemos la oportunidad de dejar nuestro legado. Después de estos 10 días en Chile, siendo la primera Panameña en alguna vez ir al Majón Dormí, me siento tan afortunada de poder haber dejado una marca de parte de todo Noar Panamá en otras tnuot de Latinoamérica.
Fueron simplemente inolvidables. Al estar expuesta a diferentes realidades y culturas, me di cuenta por primera vez de la magnitud de las tnuot cuando se unen. Pude compartir con madrijim y janijim de Chile, Costa Rica, Peru, Argentina, Uruguay y Brasil, y pude aprender de cada uno valores que me ayudarán para el resto de mi vida dentro de la tnuá.
Este Majón ha sido una experiencia que no cambiaría por nada. Este viaje solo me motivó a seguir aprendiendo y seguir buscando maneras de expandir las redes de Noar Panama a todas partes de mundo. Como dije en el mifkad final, “yo soy la primera en venir, sin embargo no seré la ultima,” es ahora el momento de los janijim para seguir este legado que hemos formado con la ayuda de las otras tnuot y seguir dejando el nombre de Noar Panamá en alto.
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