Shemot 27:20- 30:10
28 de febrero de 2015-9 de Adar de 5775
Acerca del vínculo entre los seres humanos y la divinidad
¿Cómo concibe usted el lugar de D”s en este mundo? ¿Cómo es su vínculo con D”s? ¿Siente que realmente es posible establecer una relación con la divinidad? Varias de estas preguntas nos hacemos en diferentes momentos de la vida.
En algunos comentarios sobre la Parashá de esta semana, podemos encontrar algunos caminos de cómo los sabios ven el vínculo con D”s.
Comienza Parashat Tetzavé diciendo: “Ordénales a los hijos de Israel que te traigan aceite puro de oliva, para que las lámparas estén siempre encendidas” (Shmot 27:20).
D”s ordenó a los hijos de Israel traer aceite de oliva para encender diariamente la Menorá, la cual residía en el Mishkán, tabernáculo. Diferentes comentaristas se detienen en el significado del aceite de oliva. En esta oportunidad, me referiré a tres de ellos, de los cuales se desprende un mensaje relacionado con el vínculo entre los seres humanos y D”s.
El Midrash Shir Hashirim Rabá 1 afirma que las aceitunas se endulzan y se conviertes en aceite machacándolas; de la misma manera, el pueblo de Israel se perfecciona mediante el dolor y sufrimiento. Según este Midrash, la forma de mejorar, de tener éxito, de acercarse a D”s es por medio del sufrimiento y dolor. Se necesita sufrir para hacerse bueno y acercarse a D”s. Realmente no es un mensaje muy difundido en nuestra tradición, sin embargo, existe dentro de ésta. Se trata de sacrificarse, sufrir, como un medio para acercarse a la divinidad.
Un segundo comentario entiende que el aceite simboliza al pueblo de Israel (Shemot Rabá 36). En el libro de Irmiahu se menciona que D”s puso por nombre al pueblo de Israel “olivo frondoso, lleno de hermosos frutos” (Jeremías 11:16). Por otro lado, existen varios comentarios que comparan las lámparas, candelas, con D”s mismo. Por ejemplo en el libro de Proverbios dice: “La candela de D”s es el alma del ser humano” (Proverbios 20:27). La candela necesita del aceite para encenderse y la función del aceite descripto en esta parashá es el hecho de poder encender el NER, la candela, constantemente. Esta interacción entre el aceite, el pueblo y D”s, la candela, lo podríamos entender como una expresión de la reciprocidad que puede existir en el vínculo entre D”S y el pueblo de Israel; logrando juntos iluminar el mundo.
Esta explicación se asemeja a la idea conocida dentro del judaísmo de poder ser socios de D”s en la creación del mundo. Ser socio es compartir el esfuerzo, la responsabilidad y el desafío en la continua creación y recreación de la humanidad. Ver a D”s como un socio es una cosmovisión interesante y muy diferente a la anterior.
Por último, los autores del comentario del Jumash Etz Jaim (de la Rabbinical Assembly), en relación a este versículo, se preguntan por qué muchas veces se simboliza a la divinidad con la luz. Estos responden diciendo que al igual que a la luz no se la puede ver en sí misma sino cuando nos permite ver otras cosas, no podemos ver a D”s sino solamente cuando apreciamos la belleza del mundo, cuando experimentamos deseo y amor, y descubrimos bondad en nuestros semejantes. Ésta es otra manera de entender la relación entre D”s y los seres humanos: en la posibilidad de encontrarlo por medio de las maravillas que vamos descubriendo en este mundo.
En las explicaciones al primer versículo de nuestra Parashá, podemos apreciar, al menos, tres maneras distintas de ver el vínculo entre D”s y los seres humanos: por medio del dolor y sufrimiento, viéndonos a D”s y al ser humano como socios de la creación y por último, encontrando a la divinidad en las pequeñas maravillas que vamos descubriendo en esta vida.
Cada uno de nosotros tiene la posibilidad de escoger el sendero que considere más apropiado y relevante para acercarse al Creador, lo importante es atrevernos a buscar un camino y poder enriquecernos espiritualmente.
¡Shabat Shalom!
Rabina Daniela Szuster, Congregación B´nei Israel
San José, Costa Rica
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