שבת חול המועד פסח
Torá: Shmot 33:12 - 34:26Haftará: Ezequiel 37:1 - 37:14
Los Rabinos de la UJCL escriben sobre la parashá de la semana
Rabina Daniela Szuster
Congregación B´nei Israel, Costa Rica
La Hagadá de Pesaj no es "comestible"Congregación B´nei Israel, Costa Rica
Nuevamente, Pesaj comenzó hace pocos días. Tuvimos la oportunidad de vivenciar dos sedarim de Pesaj en los que, por medio de la Hagadá, recorrimos la historia de nuestros antepasados esclavizados en Egipto y su posterior liberación. En estas dos noches, seguramente han surgido muchas reflexiones en relación al texto, hemos recordado valores importantes que nos transmite el Seder de Pesaj. Entre ellos se encuentra el valor de la libertad y la fe, la importancia de abrir las puertas al necesitado, de entender el sufrimiento del oprimido, y muchos otros más.
El célebre Maguid de Duvno cuenta una historia acerca de un hombre que había enfermado. Su dolencia era seria y llamó al mejor de los médicos para que atienda su mal. El doctor, observó al paciente, y vio que el cuadro era grave pero tenía cura. Sacó su libreta del bolsillo, escribió la receta y dijo a la familia: ‘Tres veces por día, denle esto’. La familia pagó al médico sus honorarios, se llevó la receta y tomando una tijera en sus manos, cortó la receta en pedazos. Tres veces por día administraba al enfermo esa medicina: un vaso de agua, y un pedacito de papel. De más está decir que el cuadro del enfermo empeoró hasta límites insospechados. Fueron a buscar al médico: ‘¡Ladrón!’, le dijeron. ‘¡Nos ha estafado!’.
El médico sabía que su receta no fallaba. Pero sospechó que tal vez, en un fallido, equivocó la receta. Al solicitar la receta a la familia y viendo el papel hecho trizas, descubrió la verdad. ‘¡No me refería a la receta, señores; hablaba de su contenido! ¿Cómo piensan curar a un enfermo con un pedazo de papel?’.
Esto mismo nos ocurre también a nosotros cuando leemos textos como la Hagadá y nos quedamos sólo con el papel, con las letras y las oraciones. Nos concentramos en la palabra de manera literal sin comprender su significado más abstracto, complejo y simbólico. Existe una tendencia muy importante en nuestros tiempos de entender las fuentes sagradas de manera literal y fundamentalista. De ningún modo es el espíritu que la tradición haya colocado en la Hagadá de Pesaj ni en otros textos de la misma envergadura.
Asimismo, deberíamos entender la Hagadá como una guía que nos facilita la posibilidad de llevar a la práctica sus valores, mensajes y anhelos. No es del todo correcto suponer que la Hagadá de Pesaj es un simple libro de historia, por medio del cual sólo recordamos eventos del pasado.
La Hagadá es un libro actual, que por medio de la historia, nos habla de nuestra realidad. Nos habla de nuestras opresiones cotidianas, de nuestro sufrimiento y dificultades para encontrar el camino hacia la libertad. Nos habla del imperativo de poder ayudar a quien sufre hoy, en el Egipto de nuestros días y no ser indiferentes.
Quiera D"s podamos en este Shabat Jol Hamoed Pesaj no masticar las hojas de la Hagadá sino extraer su contenido y mensajes para aplicarlos y tornarlos relevantes en nuestra vida cotidiana. Podamos también leer entre líneas y saborear de sus metáforas, alegorías y símbolos.
Shabat Shalom y Pesaj Kasher VeSameaj!
El célebre Maguid de Duvno cuenta una historia acerca de un hombre que había enfermado. Su dolencia era seria y llamó al mejor de los médicos para que atienda su mal. El doctor, observó al paciente, y vio que el cuadro era grave pero tenía cura. Sacó su libreta del bolsillo, escribió la receta y dijo a la familia: ‘Tres veces por día, denle esto’. La familia pagó al médico sus honorarios, se llevó la receta y tomando una tijera en sus manos, cortó la receta en pedazos. Tres veces por día administraba al enfermo esa medicina: un vaso de agua, y un pedacito de papel. De más está decir que el cuadro del enfermo empeoró hasta límites insospechados. Fueron a buscar al médico: ‘¡Ladrón!’, le dijeron. ‘¡Nos ha estafado!’.
El médico sabía que su receta no fallaba. Pero sospechó que tal vez, en un fallido, equivocó la receta. Al solicitar la receta a la familia y viendo el papel hecho trizas, descubrió la verdad. ‘¡No me refería a la receta, señores; hablaba de su contenido! ¿Cómo piensan curar a un enfermo con un pedazo de papel?’.
Esto mismo nos ocurre también a nosotros cuando leemos textos como la Hagadá y nos quedamos sólo con el papel, con las letras y las oraciones. Nos concentramos en la palabra de manera literal sin comprender su significado más abstracto, complejo y simbólico. Existe una tendencia muy importante en nuestros tiempos de entender las fuentes sagradas de manera literal y fundamentalista. De ningún modo es el espíritu que la tradición haya colocado en la Hagadá de Pesaj ni en otros textos de la misma envergadura.
Asimismo, deberíamos entender la Hagadá como una guía que nos facilita la posibilidad de llevar a la práctica sus valores, mensajes y anhelos. No es del todo correcto suponer que la Hagadá de Pesaj es un simple libro de historia, por medio del cual sólo recordamos eventos del pasado.
La Hagadá es un libro actual, que por medio de la historia, nos habla de nuestra realidad. Nos habla de nuestras opresiones cotidianas, de nuestro sufrimiento y dificultades para encontrar el camino hacia la libertad. Nos habla del imperativo de poder ayudar a quien sufre hoy, en el Egipto de nuestros días y no ser indiferentes.
Quiera D"s podamos en este Shabat Jol Hamoed Pesaj no masticar las hojas de la Hagadá sino extraer su contenido y mensajes para aplicarlos y tornarlos relevantes en nuestra vida cotidiana. Podamos también leer entre líneas y saborear de sus metáforas, alegorías y símbolos.
Shabat Shalom y Pesaj Kasher VeSameaj!
Rabina Daniela Szuster
Congregación B´nei Israel, Costa Rica
Congregación B´nei Israel, Costa Rica
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