jueves, 17 de junio de 2010

Parashat Jukat

Bemidvar - Números 19:1-22:1
Buscando el pozo de Miriam

Los Rabinos de la UJCL escriben sobre la parashá de la semana
Rabina Daniela Szuster
Congregación B´nei Israel
San José, Costa Rica


En la parashá de esta semana, entre otros temas, aparece la muerte de una gran lidereza del pueblo de Israel, Miriam Haneviá (la profetiza). De esta manera está escrito en el texto:

Vinieron todos los hijos de Israel, toda la asamblea, al desierto de Tzin, en el mes primero, y permaneció el pueblo en Kadesh; murió allí Miriam y fue sepultada allí. Mas no había agua para la asamblea; y ellos se congregaron contra Moshé y Aharón. (Bemidbar 20: 1-2)

Muchos sabios se preguntaron acerca de la relación entre la muerte de Miriam y la falta de agua en el desierto. Aparentemente son temas que no tienen nada en común; sin embargo, muchos exégetas mencionan un punto de intersección.


En relación a este versículo, el Talmud determina una función especial que tenía Miriam dentro del pueblo:

Rabi Iosei berabi Iehuda dijo: tres grandes líderes tuvo el pueblo de Israel y ellos son: Moshe, Aarón y Miriam. Y tres buenos regalos se les entregó y ellos son: un pozo de agua, una nube y el maná. El pozo de agua fue entregado por el mérito de Miriam. La nube por el mérito de Aharón. El maná por el mérito de Moshe. Murió Miriam, se ausentó el pozo de agua. Dice en las escrituras: "Murió allí Miriam" y luego dice "Mas no había agua para la asamblea". (Talmud Babilónico, Tratado Taanit 9a).

Al autor de este Midrash le llama la atención que un versículo cuenta acerca de la muerte de Miriam, “Murió allí Miriam”, y el siguiente, "Mas no había agua para la asamblea". ¿Cuál es la relación? Responde diciendo que es por el mérito de Miriam que el pueblo tuvo agua en la travesía por el desierto. La profetiza muere, el pozo desaparece.

En Pirkei Avot está escrito que el pozo de agua es unos de los diez fenómenos creados por D"s un tiempo antes que comience el primer Shabat de la historia. Además, la tradición nos cuenta que este mismo pozo presenció la vida de muchos personajes bíblicos: Abraham lo excavó, Ishmael tomó agua del pozo en el desierto, Eliezer conoció a Rivka frente al pozo, Iaakov conoció a Rajel, Moshé a Tzipora, y luego, por el mérito de Miriam, este pozo dio de beber al pueblo en el desierto. Con la muerte de Miriam, aparentemente el pozo había desaparecido y no tenían qué beber. En realidad, podemos decir que ese pozo no contenía literalmente agua sino la pureza, la fortaleza y la frescura que el agua puede proveer al ser humano. El agua tiene una importancia muy especial en nuestras vidas. Ningún ser viviente podría vivir sin ella. Además, nos permite estar limpios, frescos y alegres. El agua posee energía para lograr que el mundo esté en movimiento. Además, el agua es símbolo de esperanza: de poder seguir con vida aún en el desierto, en la oscuridad y en el dolor.

Quiera D"s podamos también nosotros encontrar aquel pozo de agua que fue pasando de generación en generación y nos pueda purificar, dar sostén y esperanza en momentos en que nos encontramos en medio del desierto. Que podamos realmente tener la posibilidad de disfrutar del agua del cual poder nutrirnos física y espiritualmente en el viaje de la vida.

¡Shabat Shalom!

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