viernes, 25 de junio de 2010

Parashat Balak


Bemidvar - Números 22:2-25:9


Los Rabinos de la UJCL escriben sobre la parashá de la semana


Rabino Rami Pavolotzky.
Congregación B´nei Israel
San José, Costa Rica

Balak, rey de Moab, teme ante el avance del pueblo de Israel. Él sabe que Israel ha tenido varios éxitos militares en el desierto y no desea ser el próximo derrotado. Entiende que debe delinear un plan rápidamente.

En lugar de planificar una estrategia militar, unirse a otros pueblos en batalla, o huir para evitar la derrota, Balak se dispone a contratar los servicios profesionales del profeta o mago Bilam. Le envía mensajeros para que maldiga al pueblo de Israel, con la esperanza de que la maldición de Bilam debilite a Israel y pueda vencerlo entonces en el campo de batalla.

D”s se le aparece en sueños a Bilam y le prohíbe ir hacia Moab, ya que el pueblo de Israel es bendito y no es posible maldecirlo. Bilam comunica la palabra divina a los mensajeros de Balak, y estos regresan a su rey a comunicarle la mala noticia.

Balak, el rey de Moab, no se queda conforme con esta respuesta de Bilam y le envía nuevamente mensajeros, pero esta vez más numerosos e importantes que los primeros. Además, los mensajeros reciben la orden de ofrecerle a Bilam honor y riquezas en cantidad. Aún cuando D”s había sido claro y tajante en su mensaje, Bilam no puede rechazar la oferta de inmediato e invita a los mensajeros a quedarse a dormir esa noche en su casa: quizás D”s cambie de parecer.

D”s vuelve a aparecerse en los sueños de Bilam y sorpresivamente le permite ir con los mensajeros de Balak, estableciendo como condición que sólo habría de hacer lo que Él le dijera. A la mañana siguiente Bilam madruga para marcharse con los mensajeros de Balak. La sorpresa es aun mayor cuando D”s se enfurece con Bilam por ir al encuentro de Balak. ¿Cómo puede ser que en la noche D”s le concede permiso para partir y a la mañana siguiente se enfurece porque Bilam acepta ir?

Hay varias explicaciones que tratan de salvar la contradicción, las que en general se basan en el hecho de que D”s solo dio permiso a Bilam para ir hacia Balak, pero que el verdadero objetivo de Bilam era enriquecerse con el pago que le daría el rey Balak a cambio de maldecir al pueblo de Israel, algo que D”s le había prohibido explícitamente. Es probable que esta sea una buena explicación, aunque debo admitir que a mí no me convence del todo.

Hay un Midrash muy profundo que intenta explicar porqué D”s le permite partir a Bilam, pero luego se enoja cuando en efecto Bilam decide ir. El midrash en cuestión dice que בדרך שאדם רוצה לילך בה מוליכין אותו (במדבר רבה כ י"ב), es decir que D”s acompaña al hombre en el camino que éste decide seguir (Bemidbar Raba 20:12).

Esta frase en apariencia enigmática, es otra forma de expresar el principio del libre albedrío o libre elección, base fundamental de nuestra Torá y de la tradición judía en general. Este principio dice que el hombre es libre de elegir entre el bien y el mal, y que esa libertad de elección es inviolable. Está claro que D”s prefiere que el hombre elija el camino recto, se enoja por su mala elección, y hasta lo castiga por ello, pero Él no evitará la mala elección. El D”s bíblico aconseja, advierte y castiga, pero es el hombre quien debe escoger con sabiduría.

Bilam es invitado a maldecir al pueblo de Israel y D”s le propone que no lo haga, pues eso es inadmisible. Pero cuando D”s percibe que Bilam tiene deseos irrefrenables de ir, cuando nuevamente es consultado en sueños con insistencia, entonces comprende que esa es su elección. Como dice magistralmente el midrash, D”s lo “acompaña” a Bilam en su decisión, aun cuando no le guste, aun cuando lo piense castigar.

En el judaísmo el hombre es considerado por lo que es: un ser humano, falible y voluble, pero con la capacidad de elegir correctamente. D”s no va a elegir por nosotros, sino que espera que seamos lo suficientemente maduros como para elegir solos. Luego, claro está, debemos ser responsables de nuestras escogencias.

Aprendemos de la reacción de D”s con Bilam, que en la Torá el hombre es libre para elegir, tanto el bien como el mal, D”s no elegirá por nosotros.

Shabat Shalom uMeboraj!

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