jueves, 30 de diciembre de 2010

Parashat Vaerá


Los rabinos de la UJCL escriben acerca de la parashá de la semana.
Shemot -  Éxodo 6:2-9:35
1 de enero, 2011 – 25 de Tevet 5771

Si hay algo que queda claro en estos capítulos que estamos leyendo de la Torá, es que no fue para nada sencilla la tarea que tuvo Moshé Rabeinu cuando fue encomendado por D-s para liberar al pueblo de Israel de la esclavitud. Por un lado debía conseguir que el obstinado y altanero Faraón deje en libertad a sus esclavos y los hijos de Israel puedan abandonar la tierra de Egipto. Y por otro lado también tenía que lograr convencer a los mismos hebreos tanto del poder de D-s como de la importancia de luchar y conseguir su propia libertad, una misión sin dudas mucho más difícil de alcanzar que la mera liberación física de sus hermanos bajo el yugo del Faraón

Moshé, como sabemos, a pesar de todas las dificultades, triunfa finalmente en su tarea, y es por eso que los judíos lo consideramos el líder más importante que hayamos tenido en nuestra historia. A pesar de no ser un hombre carismático o elocuente en su discurso, tal como lo atestigua nuestra Parashá (6:12), Moshé se destacó sin embargo por sus cualidades personales y fueron éstas las que lo llevaron a transformarse en un verdadero modelo para los líderes futuros de nuestro pueblo. Y es justamente por eso que pienso vale la pena que nos detengamos un momento a preguntarnos: ¿Cuáles fueron esas características que tenía Moshé, que D-s logró identificar, y que le permitieron haber sido elegido para tal difícil misión? ¿Por qué, antes de poner a prueba su capacidad de liderazgo, D-s elige a este hombre, nada menos que uno de los príncipes de Egipto, para cumplir la misión de liberar a su pueblo?
La verdad es que la Torá poco cuenta acerca de la juventud de Moshé y tampoco nos dice explícitamente los motivos en los que se basó D-s para dicha elección. Pero si estudiamos detenidamente los capítulos de la Torá que corresponden a las parashot que estamos leyendo en estas semanas, de pronto descubrimos cuáles fueron algunas de Sus motivaciones al elegir a nuestro líder:
Si prestamos atención al texto, vamos a ver que sobre Moshé, antes de ser llamado por D-s a cumplir su misión, la Torá nos cuenta, concisamente,  en unos pocos versículos, tres historias acerca de su juventud:
1) La primera es cuando Moshé, viviendo todavía en el palacio del Fararón, descubre su verdadera identidad y sale a defender a un esclavo hebreo que estaba siendo maltratado por un capataz Egipcio. Ante tal acto de injusticia, nuestro líder reacciona tan enérgicamente que termina matando, al parecer de manera accidental, al agresor Egipcio.
2) La segundo historia sobre su juventud ocurre inmediatamente después, cuando Moshé observando a sus hermanos en sus trabajos ve a dos hebreos discutiendo y luchando entre ellos. Moshé interviene esta vez para tratar de hacerlos entrar en razón, sin embargo estos dos hombres le reprochan su intromisión y lo acusan de asesino, haciendo referencia a la historia anterior.
3) Y por último, al escapar de Egipto y dirigirse a Midián, la Torá nos cuenta cómo Moshé protege a la hijas de Ytro cuando éstas quieren sacar agua del pazo y los pastores no se los permiten. Moshé se involucra, protege a las mujeres y gracias a su ayuda ellas pueden llevar agua hasta su casa.
Si analizamos estas tres historias de la juventud de Moshé y tratamos de encontrar cuál es el elemento en común vamos a ver que lo que resalta es que en los tres relatos nuestro líder se involucra personalmente en disputas, en principio, ajenas a él, y en cada caso se identifica y defiende a la parte más débil.  Es a través de estas tres historias que se revela la personalidad de nuestro maestro como un perseguidor innato de la justicia, un hombre dispuesto a luchar por las desigualdades y proteger al desamparado.  Y creo que esto se hace aún más evidente si tomamos en cuenta que después de los dos primeros episodios Moshé recibe una violenta y contundente reprimenda por parte de sus propios hermanos y aún así mantiene intactos sus principios e ideales, lo cual se evidencia en el tercer relato.
Siempre me ha gustado pensar que la elección de Moshé se debió a estas dos virtudes que nos enseña la Torá: Por un lado su permanente búsqueda de justicia, y por otro lado, su firme  e inalterable compromiso con sus propios ideales, a pesar de las difíciles circunstancias que tuvo que enfrentar a lo largo de toda su misión.
Moshé, de esta forma, nos deja una gran lección cuando vemos, por ejemplo, a líderes políticos y comunitarios que en lugar de sensibilizarse y acompañar a los más débiles, siempre aparecen junto a los más poderosos y poca atención dedican a quienes más lo necesitan. Estos dirigentes, aun cuando puedan ser considerados "exitosos" por sus seguidores, evidencian sin embargo una gran distancia moral con las cualidades muchos líderes, que aun siendo "pesados de lengua" como Moshé y careciendo de otros supuestos requisitos para un liderazgo efectivo, han demostrado con creces que el líder verdadero es aquel que se compromete con el mensaje de D-s y la entrega incondicional al prójimo.
 ¡Shabat Shalom Umeboraj!

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