jueves, 30 de enero de 2014

Mi experiencia en Israel

Por Alfredo Melhado

Recién llegado de Israel donde representó junto a Joel Baitel a Noar Panamá en la reunión de Netzer Mundial, Alfredo nos comparte algunas de sus sensaciones durante el viaje


El momento en que llegue a poner pie en Israel me sentí emocionado de poder al fin conocer estas tierras que de tanto se habla en la Torá y se ven en fotos, siendo franco-cuando fui a Israel las dos cosas que más me gustaron fue el poder ir al muro de los lamentos o como se le conoce, el Kotel y ver cómo era la vida en el kibutz en el desierto de Lotán, donde las personas que viven ahí, tienen nada más los implementos mas básicos para que una tierra desierta florezca lo cual es una ciencia amplia y a pesar de estar aislados de una sociedad materialista, su forma de educarse y de ver las cosas no era tan cerrado o diferente a la nuestra.

Lo que me gustó de ese kibutz fue el ver como usaban cada lata, cada botella, cada llanta de auto y todo lo que estuviese a su alrededor para poder formar una vivienda- solo con eso, ya que son bien ecológicos.

Una de las cosas mas agotadoras que me encontré allá cuando estaba en el trayecto fue el estar en cada aeropuerto esperando a abordar los aviones, ya que a veces pasaban 5 o 6 horas antes de abordar un avión pero por suerte en el aeropuerto habían locales a los cuales uno podía ir para matar el rato como restaurantes, tiendas de recuerdos o las tiendas comunes para comprar cualquier tipo de articulo que uno necesitara.

Cuando llegue a Israel me sentí un poco agotado ya que llegue a Israel como a las cinco de la madrugada. Una de las cosas que más me gusto fue la gente, era muy cálido cuando te hablaba y en la forma de tratarte, otra de las cosas fueron ver que las calles siempre estaban vivas y pintorescas con gente bailando, riendo y cantando por todas parte. La verdad es que  esta fue una gran experiencia de la cual cualquiera podría aprender para abrir un poco más su forma de pensar. Aunque me esmero simplemente no basta solo con escribirlo, ya que no es lo mismo leerlo que vivirlo.





No hay comentarios:

Publicar un comentario