jueves, 5 de enero de 2017

Parashat Vaigash 5777


Los Rabinos de la UJCL escriben sobre la Parashá de la semana

Rabino Darío Feiguin
Congregación B´nei Israel, Costa Rica.


“Jesed Veemet – Amor y Verdad”

La reconciliación entre Iosef y sus hermanos es una de las escenas más elocuentes, no sólo de la Biblia, sino de la literatura Universal.

Repasemos los hechos. Después de tener hijos con Leá y con las 2 concubinas, por fin Iaakov tiene un hijo de su amada Rajel, a quien chinea y sobreprotege en forma evidente por encima de sus hermanos. El joven Iosef comienza a tener sueños de grandeza, que se los cuenta, y con los cuales se gana el odio de ellos.

Un día, Iaakov lo manda a Iosef a buscar a sus hermanos que estaban retrasados.
Al verlo, lo tiran en un pozo y lo quieren matar. Pero al final deciden no derramar su sangre ellos mismos, y lo venden como esclavo. Toman la túnica especial que sólo a él Iaakov le regaló, la manchan con sangre, y van y le cuentan a Iaakov que Iosef fue muerto por una bestia.

Imagínense el dolor del viejo patriarca!

Jazal, nuestros rabinos de bendita memoria dirían: “Midá kenégued midá”: Iaakov había engañando a su padre, y ahora sus hijos lo engañan a él.

Mientras tanto Iosef tiene varias aventuras de éxitos y fracasos, que lo llevan primero a la cárcel, y después , gracias a su habilidad para interpretar sueños, a convertirse en el segundo de Egipto, después del Faraón.

Una tremenda sequía hace que los hijos de Iaakov bajen a Egipto y sean recibidos por Iosef, a quien no reconocen.

Pero él sí los reconoce a ellos. Los maltrata y los engaña, hasta acusar al pequeño Biniamín de robo, y querer retenerlo en la cárcel.

En ese momento comienza la Parashá de la semana: Vaigash.

Se acerca Iehudá, quien interesantemente será la cabeza de la tribu que prevalecerá en Israel, y abre su boca con un tremendo discurso, en el que por fin, dice toda la verdad y abre su corazón, transmitiéndole a quien creía un extraño, todos sus sentimientos.

El texto bíblico llega al clímax cuando Iosef no se puede contener. Hace salir a todos los egipcios allí presentes, y se larga a llorar, diciendo en un perfecto hebreo: ”Yo soy vuestro hermano Iosef, a quien vendieron como esclavo”.

Ante los rostros de sorpresa y temor de los hermanos, se acerca a ellos, los abraza uno por uno, y les pregunta por su padre Iaakov.

No es una reconciliación común. Hay todo un río de mentiras, crueldad y luchas de poder detrás de la trama.

A mí me parece que hay 2 elementos básicos que destraban este círculo vicioso que no conducía a nada más que más destrucción y más dolor.

Son 2 elementos básicos, no sólo en esta pieza maestra de la literatura universal, sino en toda relación entre seres humanos.

El primer elemento es la Verdad. Toda mentira tiene patas cortas. Toda media verdad es una gran mentira.

Si uno quiere recrear una relación constructiva, debe dejar de mentir, debe dejar de esconder, debe dejar de jugar al pocker metiéndose ases bajo la manga. Debe dejar de decir una cosa a la cara, y otra por detrás.

Tal vez uno se crea muy vivo, pero de acuerdo a mi interpretación de la Torá, va inevitablemente, camino al fracaso.

Puede pasarse toda la vida ocultando, escapando y engañando.

Y la vida se va ...para el lado opuesto, mientras toda la energía se despilfarra en la pelea, en lugar de ser volcada hacia proyectos creativos y constructivos.

La verdad de mirar a los ojos y decir: No te estoy haciendo una jugada sucia y oculta; no te estoy yendo por detrás; no te estoy haciendo pisar el palito para hacerte daño a vos.

La verdad de frente, puede ser dura, pero la mentira traicionera es siempre destructiva.

El segundo elemento básico, que creo, destrabó la relación entre Iosef y sus hermanos, y es capaz de destrabar toda relación humana, es el amor.

No lo digo en el sentido ilusorio de las flores y los pajaritos. El amor es el sentimiento más básico del ser humano, y a la vez, es el canal más directo hacia D´s.

Cuando Iehudá habló desde su corazón, rompió todas las corazas que escondían al corazón de su hermano Iosef, y lo pudo tocar... y lo pudo movilizar.

Las cosas pueden hacerse por muchas razones y las conductas humanas pueden tener muchas motivaciones. Muchas veces actuamos por interés, por conveniencia, por poder, para ser aceptados o para no ser rechazados, por miedo o por vergüenza. Pero cuando actuamos por amor, sólo abrimos puertas, creo yo, ayudados por la mismísima Shejiná.

Jesed ve Emet, la verdad y el amor, son como la sal y la pimienta para condimentar la vida con significado.

Interesantemente, se llama Jesed ve Emet, al grupo de gente que se ocupa de preparar y enterrar a los muertos, como si no hubiera más verdad que el límite mismo; como si no hubiera más amor desinteresado que el que se da a aquel que ya no te puede devolver nada.

Iehudá encaró a Iosef con Jesed y con Emet. Llegó hasta su alma y comenzó a partir de allí, otra Historia.

Verdad y Amor son los 2 pilares a los que deberíamos recurrir si queremos reconciliarnos con la vida.

¿Queremos?

¡Shabat Shalom!

Rabino Darío Feiguin
B´nei Israel, Costa Rica.

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