jueves, 15 de julio de 2010

Shabat Jazón - Parashat Devarim

Devarim-Deut. 1:1-3:22





Los Rabinos de la UJCL escriben sobre la parashá de la semana

Rabina Daniela Szuster
Congregación B´nei Israel
Costa Rica





        Esta semana comenzamos a leer el quinto libro de la Torá, el libro de Devarim. Una característica muy peculiar de este libro es que desarrolla un recorrido de varios temas y sucesos relatados en los libros anteriores de la Torá. Por este motivo, en español se lo llama a este libro Deuteronomio, que significa "segunda ley".
    
  La parashá comienza con un discurso muy largo que hizo Moshe a la nueva generación que iba a entrar a la tierra de Israel. Fue tan largo el discurso hasta el punto que  algunos sabios dicen que tardó alrededor de once días en exponerlo.
     





      ¿Qué le dijo Moshe al pueblo de Israel? A simple vista pareciera ser un simple raconto de lo sucedido en el  camino por el desierto. Nombra los diferentes lugares que transcurrieron y qué ocurrió en cada lugar. Parece una simple repetición de la historia.

      Sin embargo, algunos exégetas encuentran un mensaje indirecto a la sombra de estas simples e ingenuas palabras. Éstos opinan que detrás de este discurso histórico, Moshe tuvo la intención de reprender y reprochar al pueblo por sus errores cometidos y advertir a la nueva generación.
¿Por qué no los reprochó directamente? Quizás porque no quiso herirlos sino ayudarlos.

     Rambam escribe en Mishne Tora que cuando uno reprende al prójimo debe hacerlo tranquilamente, con palabras tiernas y hacerle saber que se lo dice sólo por su bien (Deot 6:7). Reprender al prójimo es considerado una Mitzvá. Dice en la Torá: "Hojeaj tojiaj et amiteja", "Reprender habrás de reprender a tu hermano…" (Vaikra 19: 17). Algunos sabios recalcan que este precepto concierne sólo a aquellas personas con las que tenemos una relación muy cercana y sobre todo en la que prima el amor. De hecho, el capítulo citado, en el que se encuentra el versículo que trata sobre la reprimenda al prójimo culmina de esta manera: "Veaabta lereaja camoja", "Y amarás a tu prójimo como a ti mismo" (Vaikra 19: 18).

      Esto nos enseña por un lado que el reproche debe ir acompañado de amor y por otro, que cuando una relación se funda en un amor sincero, hay lugar para el reproche. El hecho de decir la verdad, advertir a nuestro prójimo y ser honesto, aunque conlleva dolor y sufrimiento, es sin duda una muestra genuina de nuestro amor y respeto. Sólo a quien amamos podemos decirle palabras fuertes y escabrosas y no solamente cosas bonitas y agradables.

      El Midrash Bereshit Raba expresa que en toda relación de amor que no existe  "reprimenda" en realidad no se puede considerar es un amor verdadero (Bereshit Raba 54:3).

      Cuántas veces notamos en nuestro semejante errores o actitudes que lo dañan y no le ayudan a vivir en paz. Cuántas veces observamos que nuestros hijos, padres o parejas no están actuando de la mejor manera y no nos atrevemos a decirles lo que pensamos. Tememos que se enfaden y se distancien de nosotros. Tenemos miedo que no nos escuchen. No es nada fácil enfrentarlos y decirles en la cara lo que pensamos cuando sabemos que no les va a gustar. No es fácil ser sinceros cuando nuestras palabras pueden provocan dolor.

      Solemos pensar: mejor callar y creer que vivimos en un mundo de rosas, aunque irreal, que enfrentarnos a nuestras espinas y a las de nuestro prójimo. Mejor construir relaciones hábiles que aparentan ser armónicas, que relaciones que nos desafían, nos comprometen día a día pero a largo plazo son más fuertes e inquebrantables.    

      Nuestros sabios nos aconsejan que aunque nos cueste, es mejor "reprender" a nuestro prójimo, ser sinceros, cuando creemos que es necesario. Es parte del amor que tenemos y sentimos por él. Es importante que tengamos en cuenta que no lo hacemos para que se enoje ni se pelee con nosotros sino porque creemos que es positivo para su propia dicha y bienestar.

      Quiera D"s que así como Moshe tuvo el coraje de reprender a su pueblo amado y señalarle sus errores intentando evitar que los vuelvan a cometer, así podamos hacer nosotros con nuestros semejantes a quienes también tanto amamos.

      Siguiendo el ejemplo de Moshe y la enseñanza de Rambam, quiera D"s que podamos actuar sabiamente, decir lo que pensamos con suavidad y palabras dulces, demostrándoles que nuestras intenciones son buenas y realmente los amamos con todo nuestro corazón.

Shabat Shalom!

No hay comentarios:

Publicar un comentario