Hoy es un día importante en la historia de nuestra comunidad.
Hoy damos la bienvenida a nuestro segundo Rabino, David Henríquez.
Su llegada significa muchas cosas para todos. Es una señal de que estamos creciendo, en número de miembros, en esfuerzos y en obligaciones. Somos más y necesitamos más puntos donde apoyarnos.
Damos la bienvenida al nuevo guía, a una persona que es parte de nosotros, pues sus orígenes comenzaron aquí. Dio sus primeros pasos hacia la vocación de servir a Dios y a nuestro pueblo al lado nuestro, al lado de sus padres, hasta encumbrarse a la posición en la que hoy vuelve a nosotros. De la mejor manera supo aprovechar los años de estudio en la escuela rabínica norteamericana.
La palabra rabino se relaciona con “maestro”, con una persona “distinguida”. Y eso es cierto: un buen maestro es especial a los ojos de su pueblo. Nuestra historia señala que a pesar de las dificultades sufridas, siempre la figura del rabino, fue como una luz que despejó las tinieblas, e iluminó el horizonte para llegar a la meta.
En este momento, el de su regreso, es fundamental garantizar el compromiso por mantenernos juntos al lado de nuestros dos Rabinos: Gustavo Kraselnik y David Henríquez. De ellos recibimos el magnetismo que nos llevará hacia adelante exitosamente.
Seguiremos siendo una gloriosa Congregacion. Es nuestra vocación y nuestra misión comunitaria. Se lo debemos a nuestros ancestros y a nuestros hijos. Los primeros son el pasado, y los otros el futuro.
Pero recordemos que el éxito tiene un precio y esto es responsabilidad de todos. Por eso la importancia de nuestro nuevo Rabino. Es como un soplo de aire fresco para todos. Es un nuevo amigo, un nuevo consejero, un compañero que estará firme a nuestro lado en la búsqueda de la felicidad y la conservación de las tradiciones de nuestro pueblo.
Bienvenido Rabino David.
No hay comentarios:
Publicar un comentario