por el Rabino Guido Cohen
Gentileza de Masortí Amlat
EL ENCENDIDO DE LA JANUKIÁ
La principal Mitzvá de Januká es el encendido de las luminarias que recuerdan y difunden el milagro ocurrido en tiempo en los que los Macabeos recuperaron y purificaron el Beit HaMikdash.
Siguiendo la costumbre propuesta en el Talmud por Hilel, se enciende el primer día una vela y cada día de la festividad se agrega una nueva, hasta encender ocho luminarias el último día. A la vela del día se le adiciona siempre el shamash, que es la vela utilizada para encender al resto. Por ejemplo, el primer día se enciende el shamash más una vela, el segundo día el shamash más dos, el tercero el shamash más tres y así hasta llegar a encender el shamash más las ocho velas. Las velas de la menorá pueden ser velas, o bien puede encenderse una mecha en un recipiente con aceite, preferentemente de oliva.
Las menorot conectadas a corriente eléctrica o a baterías no sirven para cumplir con la mitzvá.
Todas las velas deben estar en la misma fila o en el mismo plano (menos el shamash, que puede estar más o menos elevada que el resto). Lo importante es que quien mire la Janukiá desde cierta distancia, pueda identificar cuántas velas encendidas hay, y por lo tanto una vela no puede estar tapando a la otra.
Hay quienes acostumbran encender una Janukiá (candelabro) para toda la familia mientras que otros acostumbran encender una Janukiá para cada miembro de ella. La Janukiá se suele colocar junto a una ventana, para que pueda ser visible desde el exterior.
Las velas se acomodan en la menorá de derecha a izquierda, es decir, el primer día se coloca una vela en el extremo derecho y cada día se agrega otra a su izquierda. Primero se enciende el shamash y luego se enciende el resto de las velas de izquierda a derecha, comenzando por la vela que se ha agregado ese día.
Luego de encender el shamash, pero antes de encender el resto de las velas se dicen las dos bendiciones (en el primer día son tres las bendiciones, al agregarse la bendición "sehejeianu") y luego de contemplar la Janukiá encendida con las velas correspondientes se recita el párrafo "Hanerot Halalu" y se canta una canción alusiva, como Maoz Tzur.
Las velas de Januká no deben apagarse ni tampoco utilizarse para ningún propósito.
Algunas congregaciones acostumbran encender también las velas de Januká durante la mañana, a los efectos de difundir el milagro. Dicho encendido debe hacerse sin bendiciones. Se acostumbra encender la Janukiá también en la sinagoga y en lugares públicos, sin embargo este encendido no reemplaza al encendido que cada uno debe procurar en su hogar.
El horario para el encendido de las velas de Januká es en cualquier momento después de la puesta del sol, preferentemente antes de medianoche.
Es importante tener en cuenta que las velas deben durar encendidas hasta después de que haya oscurecido por completo, al menos media hora. Por ello, es recomendable no usar velas que se consuman muy rápido.
En víspera de Shabat las velas deben siempre encenderse antes de la puesta del sol y antes de encender las velas de Shabat.
El sábado por la noche deben encenderse después del horario de finalización de Shabat, para no transgredir ese día con el encendido de las velas.
LAS TEFILOT DE JANUCA
En Januká se agrega durante toda la semana un párrafo en la lectura de la Amidá llamado "Al HaNisim". Además, se lee el Halel completo durante toda la semana en el servicio matutino y se lee públicamente de la Torá, parashat Nasó (Bemidbar 7).
En Shabat se extraen dos Sifrei Torá, del primero se lee la parashá correspondiente a esa semana, y del segundo el maftir de Bemidbar 7.
En caso de que Shabat de Januká coincida con Rosh Jódesh, se extraen tres Sifrei Torá. Del primero se leen seis aliot, del segundo se lee la séptima aliá correspondiente a Rosh Jódesh (Bemidbar 28:9-15), luego se recita el Jatzí Kadish y se lee el maftir del párrafo correspondiente a ese día de Januká.
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