jueves, 23 de junio de 2016

Behaalotjá 5776

Los rabinos de la UJCL escriben sobre la Parashá de la semana.

Rabino Guido Cohen
Asociación Israelita Montefiore
Bogota, Colombia

La Parashá que leemos esta semana, contiene entre otros temas, las normas que regulan lo que le sucede a quien no ha podido cumplir con el sacrificio de Pesaj por haber estado impuro en la fecha que correspondía.

Probablemente, aquellos que suelen tener un calendario hebreo en sus escritorios (o en sus celulares) han visto alguna vez que existe una conmemoración, un mes después de Pesaj, llamada Pesaj Sheni.
Como hoy en día la relevancia ritual de este día es prácticamente nula, no estamos familiarizados con su significado. Sin embargo, la enseñanza que se esconde detrás de la idea de "Pesaj Sheni" es tan hermosa que vale la pena dedicarle unas líneas.

El relato del capítulo 9 de Bamidbar nos cuenta que luego de haber recibido las prescripciones de Pesaj, un grupo de personas se acercó ante Moshé y le reclamó que ellos también querían ofrecer un sacrificio de Pesaj , el cuál no habían podido ofrecer a su debido tiempo. Moshé, desconociendo la respuesta que correspondía, les pidió tiempo para consultar con Dios. Y Él, luego de oir la pregunta de Moshé le explicó que quien por motivos de 'fuerza mayor' (haber estado impuro o no haber estado en el país) no había podido celebrar Pesaj, tendría la posibilidad de hacerlo un mes más tarde. El Midrash interpreta que estos hombres, que estaban impuros, eran los miembros de la Jevra Kadisha, que cargaban los huesos de Iosef. Como ellos estaban cumpliendo con el precepto de encargarse de un cuerpo que ya no tenía familiares directos, era tan noble la acción que realizaban que no podían entender que se los castigue privándolos del sacrificio de Pesaj.

Las normas y regulaciones de Pesaj Sheni son un esfuerzo de la tradición del antiguo pueblo de Israel por incluir a la mayor cantidad de gente posible en la celebración de esta importante festividad. Probablemente surgida ya en tiempos del Bet HaMikdash y la centralidad del culto en Jerusalem (porque sólo así se explica la referencia a la distancia al lugar del sacrificio), esta norma facilita la observancia de Pesaj para muchísimas personas. Imaginen que llegar a Jerusalem en una fecha determinada no era algo simple para todos. Menos aún si debían llegar con un estándar de pureza determinado. Pero tener una fecha 'alternativa' por si no lo lograban en la primera era algo que podía aumentar considerablemente las probabilidades de que más gente celebre Pesaj. En otras palabras, desde el punto de vista histórico Pesaj Sheni es un lindo ejempo de cómo el judaísmo se adapta desde tiempos inmemoriales a la realidad humana y de contexto de cada ser humano, intentando que la observancia de las Mitzvot sea algo viable razonablemente y no una 'misión imposible'.

Pero además de esto, las normas de Pesaj Sheni han sido muy importantes desde una perspectiva simbólica para la tradición jasídica. El Rabino Yosef Yitzjak Schneerson, sexto rabino de la dinastía Lubavitch, enseña que el mensaje de esta festividad es que 'nunca es demasiado tarde'. Pesaj Sheni se transforma así en un símbolo de un concepto que es central en nuestra tradición: la idea de que hay 'segundas oportunidades'. En un mundo en el que 'si no lo viste, lo perdiste', en tiempos en los que las ofertas dicen "solo por hoy" y los sitios de venta online nos muestran un reloj con una cuenta regresiva que ilustra cuánto tiempo falta para que perdamos la promoción del día; la tradición judía viene a enseñarnos que si no lo lograste hoy, podrás intentarlo mañana. 

La idea de Teshuvá, quizá uno de los valores judíos más hermosos, consiste precisamente en aceptar que podemos arreglar y rectificar aquello que no hemos hecho bien. Esto no significa que nuestras acciones no tengan consecuencias. Por supuesto que las tienen. Todo lo que hacemos, tiene un impacto, desencadena una serie inagotable de consecuencias. Pero si nos equivocamos, el judaísmo cree que podemos darnos cuenta y que estamos a tiempo de reparar. Incluso 'un segundo antes de la muerte', las puertas de la Teshuvá están abiertas para quien desea retornar. Por eso es tan importante la idea de Pesaj Sheni, la fiesta de las segundas oportunidades. Porque viene a enseñarnos que si no lo logramos hoy, debemos intentarlo nuevamente mañana. Que si no funcionó en el primer intento, no nos desmoralicemos y nos demos a nosotros mismos la oportunidad de volver a intentarlo. Pero también nos enseña acerca del prójimo, a quien debemos darle esa segunda chance. Si el Santo Bendito Sea lo hizo con los hijos de Israel que estaban impuros para traer el sacrificio, ¿cómo no vamos a hacerlo nosotros con un amigo, un hermano o un compañero de la vida? Si Él puede dar una segunda oportunidad ¿acaso nosotros vamos a cerrar las puertas a quien quiere retornar?

Que la lectura de estos versículos nos enseña a pensar que cuando hay buenas intenciones y un corazón que retorna, nunca es tarde para intentarlo por segunda vez.

Shabbat Shalom

Rab Guido Cohen
Asociación Israelita Montefiore

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