viernes, 7 de octubre de 2016

Sermón de Rosh Hashaná 5777

“Col Shaná Matjilá Besimán Sheelá Vaanajnu Nimtzá La Tshuvá”

¿Conocen la canción? Espero que la haya identificado. Es la que acompaña el video del saludo institucional que mandamos hace unos días.

“Col Shaná Matjilá Besimán Sheelá Vaanajnu Nimtzá La Tshuvá” “Cada año comienza con un signo de pregunta y nosotros encontraremos la respuesta.”

Una metáfora sencilla pero profunda. Un nuevo año comienza y se presenta ante nosotros como una incógnita. Serán nuestras acciones las que escribirán las respuestas. No hay determinismos, ni karmas, ni imposiciones, al final del camino depende de nosotros definir cómo será el año.

De hecho, de eso se trata Rosh Hashaná; de pararnos ante Dios - que es una forma de estar frente a nuestra propia conciencia - para dar cuenta de nuestros actos.

Hace un año se nos abría un signo de pregunta y en esta jornada sagrada somos juzgados por la forma en que respondimos.

Enseñan nuestros sabios que en Rosh Hashaná fue creado el ser humano (Vaikra Raba 29:1). Por eso se cierra un ciclo y comienza otro. Así, de inmediato. Como una rueda que sigue girando. Por eso la Jalá Agulá, la Jala redonda en nuestra mesa festiva.

Si, la vida sigue pero nosotros tenemos que detenernos a analizar, a entender, a identificar aquello que hicimos mal y decidir cómo lo vamos a hacer mejor.

Resulta verdaderamente paradójico, que este ejercicio de introspección,  profundamente íntimo y personal se manifiesta en una experiencia de plegaria compartida, reunidos en congregación, recitando las plegarias que están escritas en plural.

No se trata de una expresión de responsabilidad grupal. En este día cada uno de nosotros es juzgado de forma individual, sin embargo pasamos ante Dios “Kibnei Maron”, “como un rebaño ante su pastor” dice la Mishná (Rosh Hashaná 1:2), o algunos leen “Benumeron”, “como un batallón ante su comandante”. La dimensión individual se confunde con la grupal.

¿Será que lo que somos como individuos está profundamente impregnado de nuestra experiencia comunitaria? ¿Hay acaso algo del colectivo que impacta en mi forma de actuar? ¿Es mi pertenencia a la congregación un factor clave de mi vida?

Posiblemente sean estas algunas de las preguntas que debemos hacernos al comenzar el año, como dice la canción: “Col Shaná Matjilá Besimán Sheelá”, cada año comienza con un signo de pregunta.

La metáfora es muy apropiada, cada año comienza con un signo de pregunta, pero quizás podamos modificar la afirmación y probar alternativas…

¿Qué pasa si decimos que cada año empieza con unas comillas? 

Las comillas son los signos tipográficos utilizados para indicar que comienza una cita textual. 

¿Cuál sería tu cita de cabecera para este año? ¿Qué palabras de un libro o que frase de una gran película, resume tu expectativa para este año 5777?

Piénsalo por un momento. ¿Somos capaces de encontrar en la sabiduría de otros, aquello que expresa nuestras mejores ilusiones? 

La plegaria por ejemplo, no es otra cosa que apropiarse de palabras que escribieron otras personas, pero que logran articular tus sensaciones más profundas.

Allí radica la grandeza de lo litúrgico para aquel que es capaz de apreciarlo, y el desafío espiritual para quien no lo puede lograr.

¿Qué plegaría encierra el espíritu de Rosh Hashaná?

¿Será el Avinu Malkeinu y la dualidad de la justicia y la misericordia divinas?

¿Será el Unetane Tokef que nos convoca a profundizar en la Teshuvá, en la Tefilá y en la Tzedaká para demostrarle a Dios nuestro compromiso de cambiar para bien? 

Será la Amida de Musaf con sus bendiciones propias en donde proclamamos a Dios como rey del mundo, le recordamos la lealtad y la devoción de nuestros antepasados y evocamos los momentos trascendentales en nuestra historia cuando sonó el Shofar?

Más y más cuestionamientos. Como ven, podemos comenzar con las comillas, pero siempre volvemos al signo de pregunta

“Col Shaná Matjilá Besimán Sheelá Vaanajnu Nimtzá La Tshuvá” “Cada año comienza con un signo de pregunta y nosotros encontraremos la respuesta.”

¿Qué tal si cambiamos e iniciamos el año con un numeral? ¿Saben cuál es? Es ese que dos segmentos de líneas similares, paralelos y casi verticales, son cruzados por otros dos más cortos, similares, paralelos y horizontales.
Se lo usa para muchas cosas al símbolo numeral, pero se ha vuelto popular en las redes sociales porque se antepone a un concepto que queda marcado. Se trata de un Hashtag, una etiqueta que clasifica lo que se expresa.
¿Cuál sería el Hashtag para empezar el año? #RoshHashana y #Shanatova aparecían como número 1 y 2 en Israel esta tarde
Pudiésemos buscar algo más profundo.
Quizás “#Teshuvá” dejando en claro que estos diez días iniciales del año deberían estar dominados por nuestro sincero deseo de arrepentirnos.
“#Tefilá”, tomando en cuenta lo intenso, tanto cualitativa como cuantitativamente, que será la experiencia sinagogal durante los próximos días.
“#Tapuajudvash” Manzana y miel, recordando la expectativa de tener un año dulce pero también que la fiesta tiene un componente hogareño, celebrando con familia y amigos alrededor de la mesa
“#Tashlij” ya que mañana vamos a cumplir la tradición de lanzar al mar nuestras faltas, simbólicamente representadas en trozos de pan.
“#Rabino” si creen que el rabino tiene algo interesante que decir

Y tantas otras cosas que pudiéramos poner...
Tanta amplitud nos llena de inquietudes y  de dudas. Y otra vez los signos de pregunta se vuelven dominantes.

“Col Shaná Matjilá Besimán Sheelá”
Siguiendo con el mundo virtual quizás podamos empezar el año con una @ (arroba), un símbolo absolutamente ignorado hasta hace unos 20 años pero que desde entonces se ha vuelto parte indispensable de nuestras vidas ya que forma parte necesaria de toda dirección de correo electrónico.
¿A quién le escribirías un email para empezar el año? ¿A tu cónyuge, a tus padres, a tus hijos? ¿Por qué no un e-mail a Dios?
Eso me recuerda una historia que leí hace algunos años. Preocupado por los acontecimientos de la Tierra, Dios envió un ángel para averiguar detalles. Cuando el ángel volvió al cielo le dijo: La Tierra es predominantemente negativa. Hay un 95% de seres malos y solo un 5% de seres buenos.
Ante esa preocupante realidad Dios decidió enviar un e-mail al 5% de personas buenas del mundo para darles ánimo, para que no desistan y sigan adelante sin perder la Fe.
¿Saben qué decía el e-mail? ¿NO?

¿Ah, cómo? ¿No lo recibieron?

Quizás sea una buena idea poner por escrito algunos pensamientos relevantes para comenzar el año. Es cierto que el estilo breve de los correos electrónicos no es el ideal para profundizar pero es una alternativa válida para nuestros tiempos

Escribir a nuestros seres queridos nos invita a entender mejor quiénes somos y a descubrir nuestra esencia. Empezar el año con una @ puede ser una oportunidad para desafiarnos a adentrarnos en nuestras sensaciones más profundas y compartirlas nos ayudará a establecer relaciones más sólidas y más profundas. Quizás este comienzo de año nos animemos a decir aquello que siempre quisimos decir pero que nunca encontramos el coraje para hacerlo.

“Col Shaná Matjilá Besimán Sheelá”
¿Y qué tal si lo empezamos con una clave de sol?
Después de todo estamos hablando de una canción y como es evidente la música ocupa un lugar central en Rosh Hashaná. Y no me refiero solo a las melodías que acompañan las plegarias aportando espiritualidad a nuestros rezos ni a la inspiración que emana de las antiguas palabras del Majzor cuando salen de la bella voz de Nurit tan bien acompañada por nuestro coro.
La única Mitzvá de Rosh Hashaná tiene que ver con la música: Escuchar el sonido del Shofar.
Empezamos el año con los agudos y penetrantes sonidos del Shofar que vuelven a proclamar a Dios como creador del mundo, que nos convocan a esta jornada sagrada y como diría el Rambam (Maimónmides), deben sacudirnos del adormecimiento de nuestra alma.
Empezar el año con el Shofar significa decidir que estamos dispuestos a salir de nuestra zona de confort y a asumir con convicción la decisión de perfeccionarnos, de cambiar para ser mejores.

“Col Shaná Matjilá Besimán Sheelá Vaanajnu Nimtzá La Tshuvá” “Cada año comienza con un signo de pregunta y nosotros encontraremos la respuesta.”
“Ze Niflá Sheshaná Matjilá La Beshir Uveruaj Tová”
“Qué maravilla empezar el año. Con una canción y con entusiasmo.”

Podemos empezar el año con un signo de pregunta, con unas comillas, con un Hastasg, con una arroba o con una clave de sol. Lo importante es que seamos nosotros quienes decidamos el enfoque y la actitud.
Muchas cosas van a pasar en este año que comienza; algunas dependerán de nosotros y posiblemente muchas otras no: Lo que sí está en nuestras manos es la posibilidad de vivirlas en plenitud, con un perspectiva positiva, con optimismo y con buena disposición.
Somos dueños de nuestro destino, no porque podemos manipular lo que nos vaya a ocurrir,  sino porque seremos los encargados de darle sentido a nuestra historia.
El futuro está en tus manos. 

“Col Shaná Matjilá Besimán Sheelá" “Cada año comienza con un signo de pregunta”. Quiera Dios bendecirnos al comenzar este 5777 para que podamos terminarlo con un signo de exclamación.

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