jueves, 20 de julio de 2017

Matot - Masei 5777

Los rabinos de la UJCL escriben sobre la Parashá de la semana.

Rabino Guido Cohen
Asociación Israelita Montefiore
Bogota, Colombia


El libro de Bemidbar, uno de los más apasionantes del texto bíblico, termina luego de varias historias de intrigas, poder, celos, fanatismo y liderazgo, con un texto que parece bastante aburrido.

Parashat Mas’ei no es más que la enumeración de las 42 estaciones que el pueblo de Israel transita en su periplo por el desierto. Según el Baal Shem Tov, el texto de la Torá no es más que un símbolo de la travesía de nuestras vidas y las estaciones que atravesamos a lo largo de este viaje.

“Estos son los viajes de los hijos de Israel” comienza diciendo la Parashá. El plural da cuenta de que en realidad, el largo viaje de los hijos de Israel a través del desierto no es sino un continuo de pequeños viajes, de singulares estaciones, que vistas en retrospectiva se transforman en una larga travesía.
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Salir de Egipto y llegar a Israel  es un viaje largo, y en cada una de las estaciones del viaje se aprende, se lucha, se camina, se crece y se avanza. En el desafío de alcanzar la tierra prometida, emprendemos un largo viaje y a medida que vamos avanzando descubrimos que el camino tiene tanta riqueza como las llegadas. Una vez que partimos y nos encaminamos hacia el oriente, cada paso que damos no es solamente un paso ‘hacia’, sino también una estación en si misma. Y por eso cada estación merece una mención en la Torá. Porque no se trata de llegar, sino de mirar hacia atrás y valorar cada uno de los mojones en la larga caminata.

El versículo 2 del capítulo 33 dice algo que podría traducirse como ‘estos son sus puntos de llegada, conforme a sus puntos de partida’. Según el Sfat Emet, este versículo insinúa de alguna forma el vínculo que hay entre ‘ir hacia’ y ‘venir de’. El camino hacia adelante está condicionado por lo que uno deja atrás. Agregaría que uno es en su camino, en función de las estaciones anteriores que ha transitado. Cada paso que damos hacia adelante, carga con la sabiduría y experiencia acumuladas en las paradas que dejamos atrás, en el largo devenir del tránsito hacia la tierra que se nos aparece como prometida. 

Cada uno de los 42 pasos en el desierto que dio el Pueblo judío se lista con el punto de partida y el de llegada. ‘Salieron de X y llegaron a Y’. Algunos eligen poner el énfasis en el lugar del que salimos, pensar en lo que se deja atrás y enfocarse en que nos vamos ‘de’. Otros eligen pensar que ‘llegamos a’, mirar hacia adelante y no concentrarse en el lugar que dejamos sino en aquel hacia el cual nos encaminamos. 

Creo que la Torá es sabia al poner énfasis en ambos. Cada viaje hacia, es una salida de. Cada barco que tiene un puerto de llegada, tiene también uno de partida. Y no podríamos ser quienes somos al desembarcar, si no fuera porque hemos abordado el barco en el puerto anterior.

Escribo estas líneas despidiéndome de esta columna que compartí con colegas y amigos durante tres años y medio. Son también despedida de haber enseñado la Parashá de la semana de diversas formas como Rabino de la Asociación Israelita Montefiore de Bogotá. Quizá muchos de los lectores de este espacio de la UJCL no me han conocido personalmente, pero me han leído todos los meses y se han vinculado con la Torá desde la perspectiva de mi interpretación y comentario. El próximo libro de la Torá lo estaré inaugurando en el Aventura Turnberry Jewish Center, en donde tendré el enorme desafío de servir como rabino.

Es tiempo de pasar a otra estación del viaje. Llevando conmigo lo aprendido en la estación que dejo, sin olvidarla ni despegarme por completo de ella. Y al mismo tiempo, mirando hacia adelante para encaminarme hacia una nueva etapa en el largo viaje. Es de estaciones que está hecho el camino. En cada una de ellas se aprende y se enseña, se sueña, se crece. A todos los que fueron parte de esta estación en el camino de mi vida como rabino, vaya mi gratitud. Y allí los espero, en la próxima estación, para seguir compartiendo Torá.

Shabbat Shalom
Rab. Guido Cohen

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