¡Buenas noches y Shabat shalom!
Ante todo, quiero darle las gracias a la comunidad de Kol Shearith Israel por la oportunidad de representarlos en este tercero y posiblemente último año como su presidente.
Este año 2018-2019 fue un año histórico para nuestra Congregación. Es difícil resumirlo en pocas palabras, pero haré el intento: Celebramos Mosaico por cuarto año consecutivo, el mejor que hemos tenido con más de 300 personas presentes y una energía que jamás había sentido. La JMJ, con nuestros 40 peregrinos, quienes trajeron su pasión, su alegría y su amistad a nuestras puertas, evento que nos sirvió, sin querer para darnos una puerta al mundo entero, poniendo a nuestra congregación en la cara de las redes y los medios nacionales e internacionales, y permitiendo que el mundo vea lo que somos, la mejor congregación de la región.
Me da mucho orgullo y satisfacción saber que nuestra misión está viva, respira y se proyecta a través de nuestros miembros, nuestras actividades, nuestra tzedaká, nuestras instituciones, y el equipo humano de profesionales y voluntarios que nos apoyan día tras día.
Sin embargo, el último año también nos trajo muchos retos, nos forzó a reestructurarnos organizacionalmente, a repensar la forma en que hacemos las cosas, a definir nuevas reglas y nuevas bases de gestión. Estos retos nos han dejado fortalecidos, y sin duda este año que viene será aun mejor que el pasado….pero voy a requerir del apoyo de todos ustedes y de los miembros de la Junta Directiva para poder transformarnos.
Los retos a futuro son importantes. La fuente de nuestros ingresos poco a poco está cambiando y requiere de nuevas formas de hacer las cosas. A pesar que este último año se entregó un año de crecimiento importante, nos falta mucho más. Esta sinagoga esta creciendo y necesita de mantenimiento, de traer un segundo rabino, y de invertir en actividades para nuestros socios y tzedaká…pero para lograrlo tenemos que pensar diferente. Y Para ayudarnos, la semana pasada la pedí a Viviane Maduro que nos ayude con el proceso.
Cuando empecé hace dos años como su presidente, les hablé de la importancia de adaptarnos a un entorno cambiante a través de tres elementos: robustecer nuestra estructura y cultura de recaudación, continuar el desarrollo de nuestra juventud y Fortalecer nuestra membresía.
Ya les hablé de la primera. Sobre nuestros jóvenes, seguimos con actividades para promover el desarrollo de nuestra juventud a través de clases y actividades para niños, jóvenes y adultos. En Noar, Wally y su gran equipo de jóvenes organizaron nuestros majanot apoyados por 14 madrijim y un alto compromiso.
Uno de los fundamentos de nuestra congregación conlleva la Tzedaká (Justicia Social), cuyo principio es ayudar a los más necesitados. En este frente seguimos apoyando el Banco de Alimentos Panamá con voluntariado y a la fecha hemos logrando entregar casi 60,000 litros de leche donados. También, seguimos regalando libros a nuestros niños con el programa Pj library y llevamos a cabo una campaña de donación de sangre.
Aprovecho por reconocer al equipo de profesionales y voluntarios que hacen de Kol Shearith Israel un lugar tan especial. A nuestro rabino, Gustavo Kraselnik quien nos guía en el entorno espiritual. A Ruthy a Nurit y Wally quienes todos los días nos dan su tiempo para el desarrollo de nuestra comunidad y en particular nuestros jóvenes. A nuestro equipo administrativo Vivianne, Ori y Iohanna, a Marcelino y todo el equipo que trabaja tras bastidores. Este año enfrentamos retos importantes, pero gracias a ellos hemos logrado sobrepasarlos. También reconozco a los líderes de nuestras instituciones hermanas, a Tania de La Hermandad que celebró 85 años y a Natan de La Logia Carlos Zelenka quien ha estado más activo que nunca. Quiero finalizar por darle las gracias a nuestro presidente honorario Joe Fidanque Jr. por todo el apoyo que nos ha brindado este año.
Miro hacia el 2020 con mucho entusiasmo y energía, dándole gracias a Dios por la fortaleza que brinda y continuaré comprometido con ustedes en este gran proyecto.
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