Los Rabinos de la UJCL escriben acerca de la parashá de la semana
Rabina Daniela Szuster
Congregación B´nei Israel
Costa Rica
Buscando caminos para ser Rajmanim (piadosos)
Una de las leyes que aparece en la parashá de esta semana es la conocida como “Shiluaj Hakén”. Dice la Torá: “Si apareciere un nido de pájaros ante ti, en el camino, en cualquier árbol o sobre la tierra: polluelos o huevos y la madre yace sobre los polluelos o sobre los huevos, no habrás de tomar la madre junto con las crías. Liberar habrás de liberar a la madre y a las crías podrás tomar para ti; ya que va a ser bien para ti y prolongarás días” (Devarim 22: 6-7).
¿Cuál será el motivo de este accionar cuando uno se encuentra frente a la madre y sus crías? Distintos sabios explican el motivo de esta ley, entre ellos, existe un famoso debate entre Maimónides (Rambam) y Najmánides (Rambán) al respecto.
Maimónides incluye esta ley dentro de un valor muy conocido que es el de evitar “Tzaar Baalei Jaim”, que significa evitar dolor en los seres vivientes, refiriéndose especialmente a los animales. Hay muchos preceptos que los sabios asocian con este principio. Algunos ejemplos: “No habrás de cocer al cabrito en la leche de su madre” (Shemot 34:26). “Y un animal vacuno u ovino, a él y a su cría no habréis de degollar en un mismo día” (Vaikrá 22:28). También se puede incluir las leyes de Shjitá, las que se rigen por la idea de que se puede matar al animal para comerlo, pero hacerlo de la manera menos dolorosa para este.
En este sentido, el motivo de la ley de Shiluaj Hakén es evitar sufrimiento en la madre al ver que se llevan a sus crías. Si de todas maneras hay que hacerlo, mejor realizarlo de la manera menos dolorosa.
Najmánides difiere con el exégeta anterior y sostiene que esta ley tiene como objetivo educarnos a nosotros a ser buenas personas. Personas piadosas, compasivas y misericordiosas con el mundo que nos rodea. Sería una técnica educativa para alejar de nosotros actitudes crueles e interiorizar conductas piadosas.
Maimónides pone el énfasis en el animal, en evitarle dolor o que sufra lo menos posible, en cambio, Najmánides, en los seres humanos. El objetivo no es ser piadosos con los animales sino enseñarnos buenas cualidades.
Bien podríamos pensar que cuando se cumple esta Mitzvá hacemos ambas cosas a la vez: ayudamos a evitarle sufrimiento al animal y, por otro lado, nos ayuda a nosotros a ser mejores personas, más piadosas y compasivas.
Es interesante una fuente que aparece en el Talmud: “Dijo (David): tres cualidades tiene este pueblo: son piadosos (rajmanim), temerosos y realizan buenas acciones (Gomlei Jasadim)… todo el que tiene estas tres cualidades es digno de unirse a este pueblo”. (Talmud Babilónico, Tratado Iebamot 79a).
Una cualidad muy valorada por nuestra tradición es ser “rajmanim”, piadosos o misericordiosos, con el mundo que nos rodea.
Una cualidad muy valorada por nuestra tradición es ser “rajmanim”, piadosos o misericordiosos, con el mundo que nos rodea.
Justamente es una virtud que necesitamos mejorar en nuestros días. Vivimos en una época en que la tecnología y los medios de comunicación han avanzado hasta tal punto que podemos, entre otras cosas, llegar a ver diariamente cientos de imágenes con contenidos violentos, tanto reales como de ciencia ficción. Décadas atrás, no existía el poder estar sentado cómodamente en la casa mirando una guerra, un asalto y tantos crímenes en diferentes partes del mundo. Quizás sucedían igual que ahora, pero era imposible ver las imágenes como si uno estuviera en el lugar del hecho.
Estamos expuestos diariamente a situaciones de violencia y el peligro es que nos estemos acostumbrando. Que confundamos una película con la realidad y todo lo veamos al mismo nivel.
Periodistas y empresas que se ocupan de los medios de comunicación saben muy bien que uno de lo temas que más se vende son aquellos en que hay sangre, violencia y armas.
Por supuesto que es una gran ventaja estar informado y que exista la tecnología que tenemos, pero creo que lo que no debemos es perder la capacidad de ser sensibles a lo que ocurre alrededor nuestro. Es importante que nos sintamos conmovidos por el dolor ajeno y que podamos actuar al respecto.
De esto, de alguna manera, nos habla la parashá de esta semana con la ley de Shiluaj Hakén. Que sigamos educándonos para ser personas piadosas y compasivas, que podamos sensibilizarnos por las imágenes que vemos y buscar maneras de hacer algo para revertir el sufrimiento de nuestro prójimo.
¡Shabat Shalom!
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