viernes, 2 de septiembre de 2011

Shoftim 5771

Los Rabinos de la UJCL escriben sobre la Parashá de la semana

Rabino Gustavo Kraselnik
Kol Shearith Israel - Panamá

La Justicia es considerada por la tradición judía como uno de los atributos divinos (“El es la Roca, Su obra es consumada, pues todos Sus caminos son justicia. Es Dios de la lealtad, no de perfidia, es justo y recto”, Deut. 32:4). Y este cualidad implica no sólo que Dios actúa con Justicia, –tengamos presente la exigencia de Abraham a Dios “Acaso el juez de toda la tierra no actuará con Justicia” (Gen. 18:25)– sino que también el ser humano, creado a imagen y semejanza divina, debe procurar obrar con rectitud y ecuanimidad: “Se te ha declarado, hombre, lo que es bueno, lo que Adonai de ti reclama: tan sólo practicar la justicia, amar la piedad y caminar humildemente con tu Dios.” (Miqueas 6:8)
 
Sin embargo la esencia de la concepción judía sobre la justicia aparece en la parte inicial de Parashat Shoftim: TZÉDEK, TZÉDEK TIRDOF, “Justicia, Justicia perseguirás”, (Deut. 16:20).
 
Esta expresión es extraordinaria.  

En primer lugar, la palabra “justicia” aparece dos veces, para recordarnos, en la conocida pero siempre vigente enseñanza del Rabi Simja Bunem de Przysucha (Polonia, 1765-1827), que la búsqueda de la Justicia sólo debe realizarse utilizando medios justos.

En segundo lugar, el texto hebreo utiliza la expresión TIRDOF, “perseguirás” sugiriéndonos así, como dice Abraham J. Heschel (Polonia 1907 - Estados Unidos 1972) que la Justicia debe ser buscada afanosamente, que debemos esforzarnos en encontrarla.
 
De aquí podemos inferir que no se trata sólo de actuar individualmente con probidad o imparcialidad, aunque eso de por sí sería de gran ayuda; sino que debemos aspirar a construir un entramado de relaciones basadas en la igualdad, en el respeto por el otro.
 
Somos todos hijos de Dios y de acuerdo a la interpretación rabínica (Mishná Sanhedrín 4:5) esa es la razón por la cual fue creada una sola pareja humana, para enseñarnos que todos venimos del mismo origen y que todos somos parte de la misma familia.
 
Tzédek, Tzédek Tirdof, “justicia justicia perseguirás”.
Este principio de Justicia es más amplio e involucra también la convocatoria a crear un orden económico justo en donde cada persona pueda alcanzar la satisfacción de sus necesidades básicas.
 
“A Dios pertenece la tierra y cuanto hay en ella”, dice el salmista (24:1); sin embargo, los seres humanos hemos sido incapaces de administrar solidariamente este don divino y nos encontramos con una situación de extrema injusticia, en donde la mitad de los habitantes del planeta viven en estado de pobreza.
 
Por eso en hebreo la preocupación por los necesitados, se denomina Tzedaká. Algunos traducen Tzedaká como “caridad” pero en realidad esto no es correcto. Tzedaká viene de la misma raíz de la palabra Tzédek. Y en este sentido, la Tzedaká no es un acto de amor, sino un acto de justicia. Es la obligación de aquellos que tienen, ayudar a los que no tienen. En este mundo que pertenece a Dios, es mi responsabilidad como persona asistir a aquél que lo necesita.
 
Tzédek Tzédek Tirdof, “Justicia, justicia perseguirás” y continua el versículo: “para que vivas y poseas la tierra que Adonai tu Dios te da.” Las palabras dirigidas al pueblo de Israel en vísperas de su ingreso a la tierra prometida apuntaban a la edificación de una sociedad fuertemente arraigada en la justicia.
 
Más de 3000 años después, esas mismas palabras, nos siguen convocando a actuar en forma decidida, allí donde estemos, para trabajar en favor de la equidad, la integridad y la solidaridad. Y es con entrega y compromiso, como debemos responder.
 
Tzédek Tzédek Tirdof, “Justicia, justicia perseguirás”. Como enseña un maestro jasídico, la repetición de la palabra Tzédek nos debe recordar que, en cuestiones de buscar justicia, uno nunca puede quedarse quieto.
 
Shabat Shalom,
 
Gustavo

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