Recientemente un amigo y yo conversábamos sobre la
importancia de la sinagoga en la comunidad. Siempre la conversación con un buen amigo deja algo
positivo.
Decíamos que por tradición la Sinagoga ha sido el
lugar de reunión de nuestro pueblo. Es un lugar muy importante. Es allí que en
el tiempo de encender las velas, esa luz además de darnos calor, nos revela nuestra razón de ser. Revela el compromiso que tenemos cada uno de nosotros
con las demás personas.
Es una responsabilidad universal, que esa luz de las
velas nos hace comprender mejor. En el día del Yom Kipur, esta verdad se
hace más importante y nos purifica para reanudar un nuevo año de la mejor
manera.
Este día del perdón nos acerca el uno con el otro. Es tiempo de unión en el
seno de la familia, en la sinagoga, en
la comunidad. Es momento de buscar el bien común que nos traerá el beneficio a cada uno.
Sigamos la luz de las velas, entendamos que la
sinagoga es la clave de nuestra unión, y que al entrar en ella nos convertimos
en uno solo.
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