Rabina Daniela Szuster
Congregación B´nei Israel, San José, Costa Rica
Actitudes frente al cambio
¿Cuál es su actitud frente a los cambios? En la parashá de esta semana encontramos dos actitudes opuestas en distintos personajes. Me refiero, específicamente, a la historia de las ciudades de Sodoma y Gomorra.
Como recordarán, D”s se propuso destruir ambas ciudades por el mal comportamiento de sus habitantes y Abraham le cuestionó dicha acción, argumentando que quizás se encontrara gente justa allí, no merecedora de tal castigo. Al final estas ciudades fueron destruidas, pero fueron salvados Lot y su familia.
Antes de la destrucción, el mensajero de D”s alertó a Lot y a su familia diciendo: “No mires tras de ti, ni te detengas en lugar alguno de la planicie” (Bereshit 19: 17).
Sin duda, es una orden un poco extraña. ¿Por qué no mirar hacia atrás?, ¿cuál era el problema? Como todos ya saben, la esposa de Lot no acató dicha orden, miró hacia atrás y se convirtió en un pilar de sal.
Retomo la pregunta, por qué no se podía mirar hacia atrás. Seguramente la esposa de Lot sintió pena por la gente, quizás por familiares y amigos. Quizás se sintiera culpable por salvarse ella y no los demás.
Mirar para atrás también simboliza mirar hacia el pasado. ¿Acaso no es un valor importante para nuestra tradición mirar, reflexionar sobre el pasado?
Quizás el meollo de la cuestión fuera que Lot y su familia debían hacer un cambio en sus vidas. Era imprescindible que abandonaran aquel lugar y se mudaran a otra ciudad.
Como muchas veces nos ocurre, la esposa de Lot reaccionó con una enorme resistencia al cambio, tan grande que se empecinó en endurecerse y quedarse de por vida en aquel lugar. Prefirió convertirse en una estatua de sal a tener que hacer un cambio tan drástico en su vida.
Cuántas veces nos resistimos, creemos que la realidad, aunque molesta y angustiante, es mejor que el desafío de tener que empezar algo nuevo lleno de incertidumbres, con otras reglas de juego, con una realidad que desconocemos.
Hay un dicho popular que dice “no hay mal que por bien no venga”. Quizás lo que se nos avecina aparenta ser algo peligroso, porque habrá un cambio en nuestra vida, pero quizás ese cambio sea no solo para bien sino un camino mejor al que estábamos transitando. Es necesario tener el coraje para aventurarnos a los nuevos desafíos que nos plantea la vida.
En contraste a esta actitud de resistencia, de mirar hacia atrás, hacia el pasado, por parte de la esposa de Lot, encontramos en esta parashá una actitud más positiva de mirar hacia adelante y tomar una iniciativa frente a los cambios. Las ciudades de Sodoma y Gomorra fueron destruidas y Lot con sus hijas se encontraron solos. Cuenta la Torá que estas emborracharon a su padre, tuvieron relaciones sexuales con él y concibieron hijos.
Rashi explica este accionar de las hijas diciendo que “las hijas pensaron que todo el mundo fue destruido, como ocurrió en la generación del diluvio” (Rashi sobre Bereshit 19:31). Imaginen por un momento su desesperación al saber que son los únicos supervivientes del planeta, que con ustedes se acabará la humanidad. Las hijas de Lot se adaptaron a esta nueva realidad y pensaron en una solución para lograr que hubiera continuidad.
Esto es un hecho controversial y muy discutido por los sabios, es ir en contra de la prohibición del incesto y muchos tabúes sociales. Sin embargo, si pensamos en la explicación de Rashi de que creyeron ser los únicos supervivientes, podemos rescatar esta actitud de mirar hacia adelante, buscando la manera de salvar a la humanidad, en vez de mirar hacia atrás, anclarse en el pasado y convertirse en estatuas de sal.
Entonces, frente al cambio, tenemos dos actitudes muy diferentes. Por un lado, alguien que se convierte en estatua de sal y solo puede mirar hacia el pasado. Por el otro, alguien que enfrenta el nuevo desafío, busca soluciones y puede mirar hacia adelante, hacia el futuro.
¿Qué hacemos nosotros frente a los cambios? ¿Nos anclamos en el pasado y nos resistimos al cambio o miramos hacia adelante, adaptándonos a las nuevas realidades?
¡Shabat Shalom!
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