Los Rabinos de la UJCL escriben sobre la Parashá de la semana
Rabino Gustavo Kraselnik
Congregación Kol Shearith Israel, Panamá
Sobre el final de Parashat Ki-Tetzé, justo antes del mandato de recordar a Amalek (que leemos el shabat anterior a Purim) con el que concluye la Parashá, aparece la ley de las pesas y medidas justas (Deut. 25:13-16):
“No tendrás en tu bolsa pesa grande y pesa chica, ni tendrás en tu casa efá grande y efá pequeño. Pesa exacta y justa tendrás; efá cabal y justo tendrás, para que tus días sean prolongados sobre la tierra que Adonai tu Dios te da. Porque abominación es a Adonai tu Dios cualquiera que hace esto, y cualquiera que hace injusticia. “
Pareciera ser que era habitual la práctica de engañar mediante el uso de pesas adulteradas. Eso lo sabemos de las palaras que el profeta Amos coloca en boca de sus a sus contemporáneos (8:5):
“¿Cuándo pasará la luna nueva para que vendamos el trigo y el sábado para que abramos los almacenes del trigo; para que reduzcamos el peso y aumentemos el precio falsificando fraudulentamente las balanzas?”
Y también del autor del libro de los proverbios quien en diversos lugares condena este accionar, por ejemplo (11:1):
“La balanza falsa es una abominación a Adonai, pero la pesa exacta le agrada.”
Quizás el hecho de ser una conducta tan extendida explica el porqué de la necesidad de especificar la prohibición y no incluirla dentro de algunas más generales como “No Robarás” (Ex. 20:13), “No harás mal a tu prójimo” (Lev. 25:17) o “Aléjate de acusación falsa” (Ex. 23:7).
Más aún, la misma ley aparece en Parashat Kedoshim, con la misma estructura que en nuestro pasaje – expresada en forma negativa primero y positiva después – con la particularidad que sobre el final aparece la referencia a la salida de Egipto (Lev. 19:35-36)
“No hagáis iniquidad en el juicio, ni en la medida de longitud, ni en el peso, ni en la medida de capacidad. Balanzas justas, pesas justas. Efá justa e Hin justo habréis de tener. Yo soy Adonai vuestro Dios, que os saqué de la tierra de Egipto.”
El Talmud (Baba Metzia 61b) enlista las Mitzvot en donde la Torá las relaciona con la salida de Egipto (prohibición de animales impuros, de prestar con usura, usar Tzitziot, y la utilización de pesas y medidas inexactas). El rabino Elie Munk (Francia, siglo XX) afirma que la motivación de la Torá es “marcar los principales objetivos de la salida de Egipto: crear una nación de una integridad absoluta…”
En el pasaje de nuestra Parashá, la mitzvá tiene como recompensa la prolongación de los días, la misma recompensa que se promete para el cumplimiento del quinto mandamiento, honrar a los padres.
Llama la atención semejante premio tomando en cuenta que lo que demanda la ley es simplemente el uso de pesas y medidas justas, de forma tal que aquel que compra reciba la cantidad apropiada que está pagando.
Por si fuera poco, los sabios doblan la apuesta. En el Talmud (Baba Batra 88b) Rabi Levy afirma que el castigo por usar pesas falsas es más severo que por transgredir la prohibición de tener relaciones incestuosas (una de las tres prohibiciones que no se pueden desobedecer incluso a riesgo de la propia vida).
Parece exagerada la comparación. El Rabino Samsom Raphael Hirsch (Alemania, siglo XIX) lo explica diciendo que:
“Mientras que generalmente las perniciosas consecuencias del acto incestuoso no se extienden más allá de los transgresores individuales, en oposición el caso de las faltas que involucran pesas y medidas tienen un efecto pernicioso en amplios círculos… de allí la severidad de la responsabilidad.
Por su parte, Rashi (Francia, siglo XI) en su comentario al Talmud, sostiene que en el caso de las relaciones incestuosas el arrepentimiento es viable mientras que en el caso de las pesas y medidas falsas es imposible ya que el vendedor ha abusado de una gran cantidad de personas y no puede saber a quién debe reembolsar por el engaño.
Me parece que aquello que los sabios comprenden y quieren afirman tan claramente, es que el uso de pesas y medidas falsas constituye una trasgresión grave debido a que, por su cotidianeidad y su amplitud, atraviesa toda la actividad comercial de la sociedad. Y si esta se constituye a partir del fraude, entonces todo el entramado social se corrompe. De allí que sea una “abominación para Adonai tu Dios”
Dice el Midrash (Tanjuma Buber, Ki Tetzé 8:1):
Abrió Rabi Berejia en nombre de Aba bar Kahana: dice el profeta (Miqueas 6.11) “¿Daré por inocente al que tiene balanza falsa y bolsa de pesas engañosas?” ¿Acaso puede ser exitosa una generación que tiene falsas pesas y medidas?
No hay dudas. Cuando el engaño se vuele habitual y las relaciones diarias se constituyen a partir del fraude, es evidente que esa sociedad está condenada al fracaso.
Shabat Shalom
Gustavo
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