Mi proyecto de Tzedaká
Ian Kleiman
Visita al Hogar Bolivar y actividades con los abuelitos
"Me di cuenta de que, al no tener la capacidad de mover sus manos para alimentarse, teníamos que ayudarlos porque al final todos somos humanos y fue un privilegio poder prestarle mis manos a quienes no tienen fuerza o destreza para utilizar las suyas."
"Esta experiencia me hizo pensar en lo difícil que puede ser la vejez lejos de tus seres queridos”
"Me siento muy agradecido por la oportunidad de poder ayudar a quienes lo necesitan, fue una gran e inolvidable experiencia que me hace sentirme agradecido por mi salud, mis capacidades, por mi gente que me ama y me acompaña y por sentirme rodeado de amor.”
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