Recientemente el diseñador John Galliano de la casa Christian Dior causó polémica porque estando ebrio y posiblemente drogado, emitió algunos comentarios antisemitas y de aprecio a Hitler que fueron captados por un testigo en video. El testigo posteriormente lo colgó en Youtube y se hizo público. La casa Dior reaccionó cancelando su contrato y las críticas a Galliano por parte de personalidades continúan saliendo a la luz pública. Destaca el de Natalie Portman, nominada al Oscar, cliente de Dior y judía, quien manifestó estar “en shock y asqueada” (“In shock and disgusted)” por su diatriba. Por su parte el representante de la casa Cristian Dior declaró “condeno con gran firmeza los comentarios de John Galliano, que están en total contradicción con los valores esenciales que siempre ha defendido la casa Christian Dior”. Nótese “los valores esenciales”.
Al leer sobre la noticia en La Prensa (“Por unas copas de mas” – 3 de marzo de 2011), las opiniones locales me llamaron bastante la atención. Mientras que de la casa Dior y Natalie Portman hablan de “shock” y de “valores”, los modistos locales Greta Bayo y Moises Sandoya se enfocan ambos primero en elogiar repetidamente el talento de Galliano; luego Bayo menciona que “se metió con una comunidad bastante poderosa.” A mi entender, según ella, si hubiera criticado a alguna minoría poco influyente, no hay problema. Para colmo, Montoya dice que ““no estoy para elogiar o criticar el lado político por el que Galliano se incline; ” (?) O sea, le aplaude sus méritos, pero calla sobre sus faltas. En ningún momento emiten su opinión sobre lo incorrecto de pensar o atacar verbalmente a otros con ideas xenófobas como es el antisemitismo, por el contrario, se desligan de opinar al respecto. Señores, la noticia no trataba sobre el talento indiscutible de Galliano, ni de a quién criticó, menos aun de política, (?) sino sobre el hecho de que una personalidad con supuesta experiencia, valores y principios acordes al mundo moderno en que vivimos, aun piense que las acciones del mas grande genocida de la historia de la humanidad como lo fue Hitler, hayan sido correctas y lo grite abiertamente en obvio estado de intoxicación.
Señores Montoya y Bayo: No hay que ser una casa de modas de reconocimiento internacional como Dior o estudiante de Harvard como Natalie Portman para comprender cuál fue la falta de Galliano. A mi parecer, cuando a alguien se le pide opinión de un tema y la persona responde desviándose a otro, usualmente es por ignorancia o por sentimientos ambivalentes al respecto. En esto caso, me gustaría pensar que es lo primero.
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