Cuando llegué a Durham, Reino Unido me sentía muy feliz de estar comenzando una nueva etapa de mi vida. Ya estaba cansado de estar de “vacaciones” y estaba muy ansioso por la independencia que iba a tener. Lo primero que me llamó la atención fue la dificultad que tenía con el acento del noreste británico y las amplias diferencias culturales que iba a tener que afrontar. Asistiendo a las actividades de la semana de bienvenida que organiza la universidad, me encontré con personas de todas partes del mundo. Sin embargo, después de casi ser atropellado un par de veces por fijarme en el lado equivocado de la calle antes de cruzar, comencé a adaptarme mejor.
Me sentí muy contento al confirmar la excelente calidad que tiene la universidad cuando comenzaron las clases. Este año estoy haciendo el “Foundation Year”. Esto significa que estoy pasando por diferentes módulos de conocimientos generales antes de entrar a la carrera de tres años. Aún no sé si iré a Economía o Finanzas. El primer mes aún me sentía como si estuviera en algún tipo de viaje. Salía a la calle en “shorts” y no estaba a gusto a menos que mi cuarto estuviera a 30ºc. Con el tiempo me empecé a dar cuenta que a lo que antes le llamaba “my flat” (apartamento) ahora le llamaba “home” y me encontraba pensando en libras en vez de dólares.
Una de las grandes ventajas de Europa es su facilidad para viajar. Desde que llegué a Durham he visitado varias ciudades de Inglaterra como York, Newcastle y Leeds. También, he estado en Edimburgo, Escocia y en varias ciudades de España. Con suerte, pronto estaré visitando Holanda, Alemania y Suiza, a las cuales puedo llegar por menos de 15 dólares (En avión).
Siempre me recuerdo de llegar al Kidush en Kol Shearith y que la gente me preguntara sobre esta universidad o el viaje, tantas veces que perdí la cuenta. Sin embargo, me alegra saber que voy a volver con muchos recuerdos e historias para cuando me pregunten la próxima vez. Lo que más me gusta de mi nueva vida es tener tan poco tiempo libre que me despierto a diario sintiendo que tengo un propósito. Me gusta la libertad que tengo para hacer las cosas y agradezco la confianza que tienen mis padres en mí para hacerlo posible. Para mí, elegir el lugar donde iba a estudiar fue un proceso bastante estresante y arduo. Sin embargo, estoy muy contento con todas las decisiones que tomé hasta el momento. Ya estoy anhelando volver sentir el calor de Panamá pronto.
Víctor
Víctor frente a la biblioteca
Así se ve en invierno el edificio donde vive Víctor
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